Puente casero

Pero no en casa…La ilusión era habernos ido de camping, pero tal y como está la cosa y con los gastos que el propio invierno trae, decidimos que mejor guardábamos y nos quedábamos por aquí. Y estuve bien.

 

Estuvimos de cumpleaños de la petita E., 1 añito ya. Me encantan las fiestas de cumpleaños infantiles. Siempre me han gustado mucho pero desde que eres madre las vives “de otra manera”…puede ser agotador los preparativos pero la ilusión de ese día, bien  vale la pena con creces todo el estrés. El barullo de la gente hablando a la vez, mezclar amigos y familia casi a partes iguales, la jarana de los niños sueltos, la comida preparada con especial esmero como puede ser unos canapés o unas galletas fondant, las risas, la alegría del momento, soplar velas el cumpleañero, aplaudirle, verles abrir los regalos….compartir el gozo de una ocasión especial es bonito.  

Vinieron los yayos del Valles locos por la nieta y estuvimos dando una vueltecilla, pasando por el parque y tomándonos algo, disfrutando de una tarde agradable y tranquila, como a ellos tres les gusta. También yo disfruto viéndoles disfrutar.

Y para despedir el puentecito (se considera puente como dios manda a partir de 4 días) pasamos la mañana de domingo en el campo con los yayos de aquí. Cogiendo olivas, recogiendo acelgas, tirando piedras, llenándonos de sol y aire puro. Por la tarde, un parque de bolas improvisado con mi amiga. Mi hija adora a su hijo y su sobrina, así que lo pasaron genial.  

Mientras todo eso pasaba, yo puse mil lavadoras y saque de los armarios las chaquetas y anoraks que ya necesitamos. Me gusta esa sensación de guardar lo que ya no vale y poner a mano lo que sí. Me gusta el otoño, empezar a abrigarse, las adoradas botas, la bufanda, enfundarse en el chaquetón, taparse con la mantita….pero odio mi gélida casa y el gastazo de gas que necesito para no congelarme.

Y ya pasó el esperado puente, que más que puente a mi gusto, ha sido un fin de semana largo muy bien aprovechado!!