Botitas de agua

 

 

No ha dejado de llover en todo el fin de semana y hoy martes por fin ha parado. Ha sido un finde de mantita, sofá y ropa tendida por toda la casa porque se me ha roto la secadora precisamente ahora....esa "ley de Murphy" me persigue sin discreción alguna, no conozco a nadie tan gafe como yo...y  no es egocentrismo, tengo pruebas que otro día contaré.  

Sí, se puede decir que definitivamente ha llegado el frio con este otoño tardío y lluvioso. Es cierto que las estaciones están cambiando…como moviéndose del mes y colocándose en el siguiente al que toca. Cambios climáticos ha habido desde que el mundo es mundo, incluso antes que existiera el hombre, seguramente es verdad que estemos agilizando los trámites, no lo voy a discutir, pero también creo es la propia naturaleza quien manda.  

Con tanta agua y a las puertas del invierno, necesitábamos urgente unas botas y otras de agua para C. Nunca entenderé como un 26 tiene el mismo precio que un 41, nos toman el pelo a base de bien, pero bueno, luego la ves tan contenta con sus botitas tan y tan chulas que olvidas lo demás. 

Me parece que la atracción que tenemos por los zapatos lo llevamos casi todas las féminas en nuestro ADN, creo que lo vamos heredando genéticamente adquiriendo más fuerza con cada generación que pasa, haciéndose invencible este gen, jaja, y aunque en mi caso no sean zapatitos de tacón lo que más me guste, me compraba unas botas/sandalias/deportivas cada semana si pudiera.  

Mi niña piensa lo mismo porque desde el momento en que mi pequeña cenicienta se puso su zapatito de cristal, es decir, sus botas de goma rojas saliendo con ellas puesta de la misma tienda, no se las quitado nada más que para dormir. Son sus botas favoritas, de agua y de estar por casa. Como son anchotas se las pone y se las quita ella sola fácilmente y le encanta ese trajín, le hace muchísima gracia correr con ellas y lo hace mirándose los pies, jajajaja, en cualquier momento se me estampa, lo veo....¡pero mira pa'lanteeee !

Ya lo dice el dicho: como niño con zapatos nuevos. Felisidá.