El silencio
Es imposible no oírlo. Teléfonos muertos, puertas que no
se abren, taller casi vacío y en completa calma….está durando demasiado esta
crisis, este engaño, este fraude, esta mentira que nos esta destruyendo.
Pocas veces es bueno su significado.
Recuerdo el ruido de todos mis ex compañeros soldando, de
las molas y la plegadora, todo a la vez. Del toro pa’rriba y pa’bajo, el teléfono
sonar, llamadas de dos en dos, entrar y salir del taller sin parar, visitas
continuadas de comerciales….ahora solo silencio que se rompe de vez en cuando, miro
por la ventana y lo único que se mueven son las hojas de los árboles. Solo se
oye silencio. De vez en cuando pasa algún coche, estamos en un polígono
industrial y tiene el mismo tráfico que una zona residencial de las afueras.
Espantoso silencio. Es el panorama que tenemos y los viernes más. El sonido de mis teclas ahora mismo se puede oír en toda la sala.
El silencio entre personas y en las relaciones tampoco suele ser bueno, casi siempre indica
aburrimiento, se hace el silencio cuando no hay nada más que decir, bien por
falta de química, por falta de argumentos, por falta de interés….si hay
silencio, algo falta o algo falla. Con muy pocas personas puedes estar en
silencio sin sentirte incómoda: tu pareja, que es tu mejor compañía (si no estas en crisis chungas claro), tu
madre que es el mejor cobijo del mundo, o tu mejor amiga, que te comprende solo con mirarte. No hace falta comunicarse con palabras, se puede
disfrutar del silencio con ellos.
En cambio, me gusta el silencio por otras razones.
Es de inteligentes. Inteligencia y control. Para mí son
signos de ello por saber soportar su presión sin ponerse nervioso y acabar diciendo
tonterías, cuantas veces he soltado la mayor chorrada del mundo y luego he pensado "hubiera sido mejor callarme....quien me habrá mandao a mí..si hubiera pensado un poquito antes....."
Quien calla para no liarla es también ser listo, por conseguir
frenar ese impulso y controlar la situación. La de broncas que me habría ahorrado si hubiera cerrado el pico. Ese o esa, siempre tiene más las
de ganar y llevara ventaja si ha controlado el arrebato. Ya lo dice el dicho: dueño
de tu silencio, esclavo de tus palabras. Más vale callar en muchísimas ocasiones….y
eso a mí me cuesta una barbaridad. Por eso me pasa lo que me pasa, por gilipollas la gran
parte de veces.
Pero sobretodo, el silencio es calidad. Un paseo por el
bosque, una taza de té en el balcón, un momento a solas para ti, la ducha por
la mañana, preparar el desayuno antes que se despierten, apagar las luces para
irte a dormir, la calma de la noche… la tranquilidad que el silencio acompaña
en estas ocasiones es la otra cara de la moneda.
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