Diario


 
Soy completamente consciente de que todos los momentos son irrepetibles e únicos. Ahora me enrabio conmigo misma porque antes no era plenamente consciente de ello como lo soy ahora. Son cosas que crees las sabes cuando las piensas….pero en el fondo no eres realmente consciente, imaginas que todo durara siempre, o que cualquier cambio que el futuro traerá será a mejor.   

Y aunque en el mejor de los casos así sea y los cambios sean a mejor, cada etapa vivida es taaaaan autentica que es siempre irremplazable y vale la pena RECORDAR. Claro, una no puede permanecer en la misma fase toda la vida….por desgracia o por fortuna.   

El otro día pensaba que muchas veces vivimos etapas en las que eres inmensamente feliz y no lo sabes. Estas pendiente de “otras cosas” y se te escapa la esencia de ese instante que no ves, de esa situación y esos momentos. Luego pasa el tiempo y si miras hacia atrás, reconoces en ellos gran felicidad a la que ya no puedes acceder. No como entonces.  

Y tampoco es que sean mejores o que los quisieras cambiar (si pudieras), para nada. Puede que un poco de nostalgia sí esconda, pero quiero quedarme con la parte positiva aún teniendo dificultades. No quiero vivir este presente y esta felicidad sin ser consciente de ella. Que nada me la enturbie. Sé que en unos años me pasará igual, mirare atrás y recordare estos días con muchísimo amor y también nacerá en ese recuerdo la nostalgia por alguna razón u otra. Pero habrá una diferencia, hoy soy consciente de todo lo maravilloso que tengo y no espero más. Es por ello que no lo quiero olvidar. 

No sé qué edad tenía cuando abrí unos diarios viejos de mi adolescencia y al leerlos me dio tanta vergüenza que decidí tirarlos por miedo nadie los leyera. Me he arrepentido tantas y tantas veces…que nunca es tarde para volver a escribir uno. Cuando mi amiga y me dice: ¿te acuerdas de cuando…blablabla……? Y no, casi siempre la respuesta es: “no, no me acuerdo”......es triste. Ella alucina de cómo he olvidado y yo con lo que alucino, es con cómo se acuerda de tantas cosas!!  Para mí mantener esa memoria es un don, una suerte.

Tengo poquísima memoria, tanto que yo misma me asusto de lo que soy capaz de olvidar. Tampoco sé en qué momento empecé a desarrollar este precoz alzhéimer, pero lo tengo. No sé si por ello soy así de despistada o el despiste profundo me lleva a ello. El caso es que a veces hasta me preocupo por lo que olvido. 

No quiero olvidar más, quiero recordarlo todo. Como dice mi jefe “mes val un llapis curt que una memoria llarga”
 
Pues por absurdeces o chorradas que sean, escribiremos.

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