Mis Tatuajes

 


Han pasado cosas chulas. Por fin.  Algo que hacía mucho tiempo quería que pasara pero que no había ocurrido por mi gilipollitis de “a ver si reafirmo este abdomen flandul”…paparruchas…en vista que no lo consigo y la tableta de chocolate tampoco van a traerla los Reyes Magos por más que cada año lo pido, decidí que ya no esperaba más para TATUARME. 

Allá por 2013 me tatué Carla en el lado derecho de mi barriga/cadera y desde que nació Judit deseaba hacer lo mismo con ella. 

El tatuaje de Carla me gusta, puede que ahora lo hubiera hecho diferente, más finito con total seguridad, pero no está mal, me sigue gustando mucho. La cosa es que no sabía cómo integrar a Judit para que quedara bien, si con el mismo tipo de letra, si más arriba o más abajo…en fin, dudas. 

Un día en el sofá Judit me preguntó dónde estaba su nombre. Esa misma semana, aún las dudas, pedí hora en el tatuador. Pensé que así me obligaría a decidirme. 

Pues, en esas estaba la misma mañana de la cita: sin saber qué tipo de letra poner. No miento. Quien me conoce sabe que me define una palabra: INDECISIÓN. Hasta que, por obra del espíritu santo divino y esa magia divina que nos ayuda con la respuesta cuando la sabemos lanzar, sentada en la mesa de la cocina con mi café mientras miraba tipos de letra y más letras, levanté la cabeza y vi esto en la nevera:

 


¡Ahí lo tenía! ¡Gracias, gracias, gracias! Yo buscando desesperadamente y lo tenía delante de mis narices.  

Salté de la silla a por este dibujo que Carla había hecho hacía días y llevaba colgado todo ese tiempo. Este sería el tatuaje, el que su hermana había dibujado sin saberlo. IMPOSIBLE MÁS PERFECTO. 

Quiero volver y añadir algunas estrellitas o florecitas más. En ese momento me daba miedo recargarlo demasiado y preferí parar. Pero ahora creo que a Judit le falta floripondio.

También quiero volver a hacerme un amanecer en el otro brazo. 

Los tatuajes también tienen sus modas y es verdad que ahora me gustan más finitos, minimalistas, más peques. También es cierto que crean adicción. Así que, aprovechando el viaje, también me tatué esta tortuga. La ví buscando fotos de tortuguitas para tatuarme una  y me enamoré. Significa mucho para mí, es nuestra historia. Los tatuajes son eso: historias y significados personalizados, únicos. Es lo bonito de todos ellos.



Me encantan mis tatuajes.

 

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