Esta mierdi mitad

 

Pues eso, que llegados hasta aquí y haciendo balance del primer semestre de año, este 2021 está siendo bastante regulinchi tirando a mierdinchi (bastante malo). Contábamos con que continuábamos con un año pandémico, eso sí. Pero nunca llegan por donde esperas. Si escribo sobre “mis amores del año” cuando éste se acaba, hoy voy a escribir sobre el “mierdinchi de medio año que llevamos”.

 Un medio año de mierda, vamos. 

Sin estar preparada, me ha atropellado la preadolescencia…o diría que adolescencia plena de la mayor. Carla, la niña intensa, el pequeño terremoto, la niña incansable, ha entrado a sus recién cumplidos 10 años en la adolescencia. ¿Qué cómo puede ser? No lo sé. ¿Qué como lo sé? Por sus rebeldía, por sus contestaciones, por incluso su manera de mirar. ¿Tan pronto? Sí, tan pronto. El día es una batalla constante con ella por cualquier cosa, y tantas vueltas de campana me dejan fuertemente herida. 

Y mientras me levanto del atropello adolescentil que no he visto venir e intento levantarme de nuevo, resulta que yo, también de forma precoz, creo que estoy entrando en eso que llaman “pre-menopausia o menopausia completa”. Dicen que normalmente llega a los 50, pero a mí se me ha adelantado unos 8 años. Llevo dos meses sin menstruación, con sofocos y bastante irritabilidad.  

No digo ná y lo digo tó. Hormonas. Unas que vienen y otras que se van. Una bomba todo. Creo que, desde tu casa, puedes oler la tragedia ¿verdad? 

Como dijo aquella niñita que luego conviertieron en meme corriendo por Twitter: “peor es morirse” jaja . 

Confiemos.

Empieza julio, el mes con más días laborales, el mes de más calor, el mes del ansía por las vacaciones, el mes más largo que un día sin pan respirar. 

Y para hacerlo más ameno, he decidido que voy a escribir más, que me voy a comprometer conmigo misma a escribir cada día (laboral). 

Corrijo un poquito: quiero decir que lo voy a intentar.