Segunda Maternidad



Los días han pasado y hemos ido “creyéndonos” que es verdad, que sí, que estoy embarazada y que seremos padres de nuevo a principios de Octubre.  Es curioso cómo aunque lo busques, lo desees y lo esperes, cuando ocurre no te lo crees, te quedas como “¿¿¿si??? ¿¿de verdad??”  Mientras lo imaginaba lo veía de lejos, desde la distancia, como un deseo que se mantiene firme y está por alcanzar. Cuando lo tocas y se pone en marcha, a medida que te haces de nuevo a la idea, vas ilusionándote más y más y más y más…….hasta emocionarte de nuevo. Sobre todo porque es un sueño y deseo vencer al miedo.

C no fue un bebe de comer y dormir, fue un bebe de llorar y chillar. Cólicos me decían…y no voy a discutir que los tuviera, pero mi niña tenía más cosas. Esos eczemas tampoco eran piel atópica, ya podía comprar cremas y cremas sin obtener resultados….eran alergias como una casa que a través de la lactancia materna tomaba de mí. De ahí tanto malestar generalizado, pero nadie pensó en ello y fueron meses muy difíciles. “Que llora, más pecho. A más pecho le des mejor….” Y mi desesperación crecía con sus llantos desconsolados que no encontraban consuelo. Fue horrible.  No hay peor sentimiento en el mundo que el de madre primeriza por no poder calmar a su bebe.

Sabemos que esos bebes idolatrados que comen, ríen con tus mimitos y carantoñas, y duermen plácidamente existen, pero los llantos en bebes son normales me decían, los  bebes lloran…de acuerdo….pero  lo “normal” también tiene límites, y C los pasaba. Cuando un bebe llora así, algo le pasa, lo que ocurre es que no sabes que es y nadie tiene ni idea. Existiendo los cólicos a quien echar la culpa no se contemplan más opciones y mientras, C lloraba y lloraba hasta quedarse sin respiración durante 12-15 segundos mientras cambiaba de color que parecía le iba a dar algo...no quiero ni acordarme, pobrecita mi niña. Pero claro, en esos momentos yo solo era una mama inexperta, nerviosa y bastante exagerada.

Al final todo llega y todo pasa, y el tiempo mostró que tenía razón, que algo tenía. “Casualmente” la niña mejoró de forma espectacular a los 9 meses cuando decidí quitarle el pecho. Que locura!!! Si la teta es lo mejor!! Pues bien, no siempre, existen excepciones. Y como no, yo era una.  Luego llego la incorporación paulatina de los alimentos y aparecieron las alergias alimenticias. Nadie me quita que era eso lo que tenía.  
Sé lo que es la maternidad (hasta la fecha claro), que a diferencia de la primera vez todo me pilló por sorpresa, como una novata sabionda que cree saberlo todo y no sabía nada.  Y estoy muy feliz por esta segunda maternidad, por este inmenso regalo de la vida. Solo pido que venga sanota como un roble  (porque deseo otra niña),  que de los llantos y las noches sin dormir ya me hago cargo. 
 


Comentarios

  1. Qué razón llevas, imagino que el segundo embarazo se llevará de otra manera, sin el estrés y la ignorancia del primero. Al igual que criarlo también será más "fácil".

    Nosotros nos quedamos en una y ahora me arrepiento de no haber tenido otra, lo pasamos tan mal que no lo recuerdo como algo maravilloso.

    Yo también hubiera querido tener otra niña.

    Muchos besos

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  2. Coincidimos entonces en que "algo maravilloso" no fue. Escuchas a otras madres o lees artículos y piensas: esa no es mi historia...yo no me siento así. Nosotros también lo pasamos mal.

    Pero bueno, ahora la experiencia la tenemos así que seguro que ira mejor.

    Muchisimas gracias compañero!!!

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