Se acerca la Navidad



 

Me gusta la navidad creo que lo normal. No soy una fanática que no deja centímetro sin decorar en casa, no es mi época favorita del año por más luces y adornos le pongamos y tampoco aguardo más amor del que pueda tener, lo mismo de siempre. Simplemente la vivo y la disfruto tal y como viene, unos años mejor que otros debo decir, pero en general me gustan estas fechas. 

Cada vez conozco a más gente que declara odiarla o estar asqueada por estas fiestas..…y los comprendo. Cuesta mantener el espíritu navideño con la que esta cayendo y sobretodo ante las ausencias. Con lo único con lo que no podemos luchar es con la falta de algún ser querido. Eso no tiene solución y sé que según la perdida, puedes detestar mucho la dichosa fiesta. Por esto la navidad es triste.

La navidad de pequeña sí era la época más chula del año para mí, y tengo unos recuerdos chulísimos. Nos reuníamos cada día en casa de un tío distinto y nos pasábamos el día jugando en las calles todos los primos. Recuerdo eran pisos pequeños, por lo que debían ser muy pequeños cuando los recuerdo así, ya que normalmente cuando mides tan poco lo recuerdas todo más grande….de modo que como pasar comedor adentro se hacía imposible, nos echaban a la calle a jugar. Y tan felices todos.   

Las mujeres se metían en la cocina y se dedicaban a cocinar y a charlar, no paraban de cascar mientras que los hombres se sentaban a “echar la partida”, con sus cartas, sus puros y sus quintos. Típico. Llegaba la hora de comer y lo hacíamos por turnos porque no cabíamos todos, primero las bestias y luego los mayores. Eso sí, allí se preparaba sopa y pollo en salsa con patatas fritas y macarrones para los pequeños. El día pasaba volando porque todos disfrutábamos, aún las peleas de cada año porque los hombres no levantaban el culo de la silla y esas cosas. A la hora de despedirse, siempre las típicas peleas, quien se quedaba a dormir en casa de quien, la de veces que ya salíamos de casa por la mañana con una muda para luego quedarnos a dormir con las primas y estar toda la noche riéndonos antes de caer muertas de sueño. Me encanta recordar esas navidades.  

Por eso es que ahora de adultos, aunque cueste por la realidad del día a día, hay que obligarse a hacerla bonita, porque estamos creando los recuerdos de nuestros hijos que serán para siempre (bueno, y esto no solo en navidad ya nos entendemos) pero si hay una razón especial para celebrar algo: celebrémoslo!  Y punto. En casa tampoco hemos sido nunca muy devota, es una celebración familiar, cualquier motivo es bueno para estar juntos.

Mañana se inaugurara la navidad en mi casa, pondremos el árbol y llegará el Tió. Saldremos a buscarle al bosque después de casi un año que partió y espero ansiosa el reencuentro con C, quien lo ha echado mucho de menos y está loca de contenta porque llegue el momento. Que emoción!! Yo no tuve Tió de pequeña, es una bonita costumbre catalana que mis padres no celebraban, quizás por esa razón disfruto con él pero me incomoda un poco eso de “pegarle” para que nos cague regalos o lo que sea. Pero bueno, sin profundizar demasiado, el año que viene ya sabrá es un tronco y seguirá disfrutando de la canción y de sacar chucherías de debajo de la manta.  Me falta comprar un Belen que de este año no pasa.

En fin, que hay que disfrutar de todas las fechas y de estas también. Tengamos en cuenta que hay otros aspectos típicos navideños que también agobian y donde sí podemos cambiar el chip. Olvidemos el estrés de las buenas mesas, de la perfección que nos imponemos para que todo este impoluto. Todo será perfecto igual si no hay grandes manjares, no los necesitamos. Todo será perfecto si no hay tantos regalos que tampoco necesitamos, todo será perfecto si los que estamos, estamos.

Simplemente eso, que es lo más importante. Todo lo demás es de postín.

Comentarios

  1. Hay que ver como me trasladas a mi infancia. Creo que hemos vivido las mismas costumbres.

    Llevas razón, hay que hacer estas fechas especiales para los peques porque será el recuerdo que tengan de mayores y yo quiero que mi hija recuerde la navidad como algo bonito.

    Me encanta tu casa, muchos besos.

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  2. Esa es la idea, vale la pena por los peques y por nosotros también, que así se disfrutan más.

    Felices fiestas David.

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