Llegó el Tió!!
Benvingut Tió!!!
Con carita de incrédula, como cuando te
dicen algo que no te crees, con sorpresa
y emoción, C. se ponía la chaqueta como loca mientras decidía qué llevarse
(estuche de colores o al “nillo”) para ir a buscar al Tió que venía agotado y
andaba esperándonos por el bosque. “Vaaaaaaaaa”
y se apresuraba en su elección para salir pitando. Que gracia me hace esto de
llevarse cosas…..ya se vaya a dormir, o a la calle o a la guardería, siempre tiene
que salir con algo de casa o llevarse algo consigo.
Bueno, pa’yá que íbamos, abrigadas hasta los ojos y con
su estuche del Mic en la mano, dispuestas a recollir al Sr.Tió. El año pasado,
me costó unos días hacerme con la canción que tanto le gusta del Caga Tió, la
más larga..….pero durante todo un año que ha estado pidiéndola, ahora podría cantarla
del revés. Así que mientras caminábamos y le llamábamos a medio grito pelao, también
cantábamos. Bueno, más bien cantaba yo jajaja. Ella reía y andaba, que no es
poco, porque esto de andar por andar, parece que le aburre y enseguida se cansa.
Puede correr en el parque 4 horas seguidas, o tirarse por el tobogán 3.500
veces, pero salimos de paseo y a los 100 metros ya quiere brazos…y claro, 15
kg. son 15 kg.
Por eso es que tampoco podemos hacer caminatas largas todavía,
así que el Tió que todo lo sabe, se queda bastante cerquita. Entonces llega el
momento en que empieza a asomar la barretina roja entre el campo y ya se
emociona con alegría y vergüenza, esa de cuando saben son el centro de atención
y les llenan de cariño, o cuando ven a alguien que hace mucho tiempo no ven.
Ahora ya no saca la lengua, pero si agacha la cabecita y mira pa’rriba
intentando esconder esa timidez. “El Tioooooooo” es genial verla
Este año el Tió por cierto, ha llegado más abrigado sí. A
mi niña eso de que no llevara zapatos o calcetines le inquietaba bastante, de
manera que el Tió que se aplica los buenos consejos, para mí que le pidió unos
calcetines a algún duendecillo del bosque para llegar muy bien equipado este
año. Y como no, C enseguida se percató, “lleva catines!!”gritó emocionada.
Disfrutamos como enanos todos, los dos y C iba feliz y
contenta con su Tió. Al llegar a casa no tardó ni medio segundo en empezar a
jugar con él. Le habla, le da de comer y se lo lleva de paseo en su carrito!!!!
Jajajajaa, como me reí cuando lo ví subido y tapado con su mantita…..oooohhh, mí es
que me derrite el corazón esta niña.
Por eso el run-run que tengo con pegarle palos…ay que
sensible estamos…a ver como lo hacemos.
Hoy ha llegado el Tió a la guardería, claro, hay que explicarle
que cada casa tiene su Tió y la guarde no va a ser menos…a estas horas estarán a
punto de salir a buscarle. Debe estar ahora mismo de nuevo emocionadísima.
Así que ahora aparte de jugar con él, hay que darle mucho de comer para que cague muchas
cositas el día de Navidad.
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