Su timidez

Ay que se nos ha vuelto vergonzosilla. No sabría distinguir entre si es una fase más o una parte de su carácter, aunque me inclino hacia lo segundo porque últimamente ha cambiado.

Este sábado quedamos con una amiga y su hija. Es  verdad que hacía algún tiempo que no se veían ya que las últimas veces que nos hemos visto ha sido para otras cosas y no hemos llevado a las niñas, pero realmente se comportaron como dos desconocidas, en toda la mañana fueron incapaces de jugar juntas. Cada una a su rollo, y no es que sea malo, es que no lo esperaba.

De no separarse de mí, fue soltándose poco a poco hasta jugar sola, el rato pasó y no fue suficiente para romper el hielo y coger la confianza que ahora necesita. Ha cambiado.   

Antes no le pasaba, supongo que casi de forma natural los peques persiguen a los grandes sin más. Ahora que es más grandecita, ha descubierto el sentimiento de timidez y aunque va todo el camino contenta porque le aviso donde vamos y le digo que vamos a jugar con A, es llegar y darle el corte.

Se miraban, estaban la una pendiente de la otra sí….pero no pasaron de nivel. Lo curioso es como aun así, al despedirnos se abrazaron y se dieron un besito, jeje.

Como no y ante una actitud nueva de mi niña, yo que soy comeollas sin remedio, lo analizaba, viendo partes positivas en ello pero también negativas. Y es que me gusta tenga un punto de cautela,  sepa observar y acercarse realmente cuando se sienta preparada, no pasa nada..… pero también, verla apartarse me parte el corazón en tres millones de cachitos, que a su vez se rompen en tres millones más. No me gustaría fuera excesivamente tímida, es solo eso.

Seré una exagerada (que lo soy) y no hay que darle más importancia porque con los primos o sus amiguitas no le pasa, es un terremoto. Ese comportamiento es simplemente el resultado de que hacía mucho que no se veían y punto. Le sumamos su recién llegada timidez y ya lo tenemos.

Empieza a tener más conciencia de las cosas, a darse cuenta de todo y surgen comportamientos nuevos que cada día van diseñando su carácter, de lo que es su personalidad…y claro, no lo puedo evitar, ahí estaba yo estudiándola a fondo mientras hablaba.

Voy a tener que guardar la lupa con la que analizo los cambios o nuevas actitudes, jeje…que tan malo es pasar de un hijo como preocuparse en exceso por tonterías, pero es que acaso se puede controlar?

Agárrate que esto solo acaba de comenzar.  ¿Qué pasará cuando venga con su primera desilusión? Me veo sacando el cuchillo, jajajaja ;)