45 años

 

Seguramente ya lo habré dicho alguna vez, me encanta mi fecha de nacimiento: 16 de julio, 16/07. Es bonita: día y mes suman 7, y puede ser una chorrada como cualquier otra, pero me gusta. 

He cumplido un año más y ya van 45 que llegué aquí. Cuarenta y cinco rondas. Es también un numero bonito, en realidad todos lo son cuando se trata de seguir viviendo ¿verdad? que espesita estoy con la numerología. Todas las edades son ideales y perfectas. 

Este año para celebrarlo, nos fuimos los cuatro de fin de semana playero a l’Ampolla (Tarragona). Fue muy bonito, y creo que volveremos pronto por esa zona porque se han quedado algunas excursiones pendientes. Nos ha gustado mucho el Delta de l’Ebre y cuando pase la temporada de tanto calor, haremos otra escapada, seguro. 

¿Qué puedo contar sobre estos 44 que han pasado de julio a julio? Ha sido un año bastante entretenido de gran variedad emocional. He descubierto maneras distintas de sentir realidades cotidianas y he tenido reacciones a las mismas situaciones bastante inesperadas. He vivido situaciones en las que he tenido mucho miedo, otras de mucho hastío, pero también he vivido momentos de mucha felicidad y crecimiento personal. Nunca dejas de crecer y cambiar. 

Hay que ver, como se nota la edad en la piel y en la actitud. Todas las etapas de la vida humana tienen sus bondades y aunque físicamente notas menguar la vitalidad y la juventud, para mí, la mental e intelectual me ha traído algunos cambios muy positivos.

 

Pa’lante, permitiéndome fallar

La visión cambia conscientemente, dando más importancia a tu persona que al exterior. Cuando eres más joven sueles estar más pendiente de los demás, te afecta muchísimo lo que te ocurre fuera, lo que la gente piensa y todas esas frivolidades. Sueles olvidar tu verdad y tus emociones. He comprobado este año, la facilidad que he ganado en seguir la dirección que mi instinto ordena, y me ha gustado. 

Siempre he sido muy dudosa e indecisa para todo y aunque sigo siéndolo, voy a menos, noto un cambio en mi personalidad que puede radique en esto: cumplir años y ganar edad. Pa’lante con todo lo que puedas. Incluso cagándola, ¡siempre valdrá la pena! Acepto mejor mis errores, me entiendo mejor y no me amargo de la misma manera. Existe el perdón a una misma y con los años lo he aprendido a usar.

  

Otra Felicidad

Me doy cuenta que ya no busco el alboroto. Me sorprendo a mí misma pensado: ”si es que no tengo ganas en realidad”. Y no es por nada en especial, es más bien por algún cambio inexplicable que me invita a no buscar aquello que antes deseaba. De pronto, eliges tu soledad y además, me veo disfrutando de ella con descanso, lectura o paseo con mi perra. Puede que este año, sea los momentos más felices que he pasado los que disfruto de su compañía. 

Suena a viejuna o a ermitaña, algo que tampoco soy, pero ¡qué cosa más rara de verdad!

¿Qué es lo que deseo?

Honestamente, dejar de ser una histérica en según que momentos. Ha llegado la adolescencia a casa y no se presenta fácil. Simplemente dejar de vivir estresada y MEJORAR mi ánimo. Suena típico y común, pero es así: ser mi mejor versión, esa que me aporte paz, vivir sin cortisol, quiero admirarme a mí, estar orgullosa de lo que soy, deseo conseguir reír más, tomármelo todo con mucho humor, vivir con alegría y contagiar a mi gente, sentir verdadero agradecimiento por lo que tengo, lo que valgo, con real entusiasmo, vivir más con el corazón y dominar las trampas de mi mente. Necesito más que nunca cultivar la paciencia para ganar en armonía personal y familiar. 

En los años que me queden pretendo conseguir ese estilo de vida deseado y poder transmitirlo a mis hijas. Si lo ven en mí, será más fácil para ellas ser también así.   Y ese es el verdadero secreto de la felicidad: vivir sin estrés y con ilusión. Los problemas siempre van a estar, pero hay que aprender a tener la visión acertada para convivir con mediana alegría u optimismo, y no perder nunca las ganas de reír, de pasarlo bien, de vivir y soñar.

 

BIENVENIDOS 45, ¿que tienes para mi?