De boda!


- Moisés y yo nos casamos  – me suelta de buenas a primeras  mi hermana pequeña poco antes de dar a luz a su niña.

- ah siiiii???? Que guay!!!!! – no lo puedo disimular, me gustan las bodas.  Mucho. Y si es de mi hermana pues más.

Hay quien las bodas son un coñazo y no solo por el dineral que se vá, sino porque no les gusta como no les gusta nada. Pero no es mi caso, me gustan por lo mismo que me gusta todo lo demás, lo de siempre: juntarme con la familia o amigos, ponernos especialmente guapos (de boda concretamente) y juntarnos a comer, beber, charlar y bailar sin preocuparnos de nada más. Podría decir que ahora me gustan más, es verdad, porque en realidad tienes una cada veinticinco años. Ya hemos pasado por la etapa de bodas de amigas y amigos, recuerdo tener 4,5 y 6 bodas al año, con sus despedidas y sus desmadres…una ruina pero una caña. Eso ya pasó a la historia, muchos ya están hasta divorciados.  Ahora, entre la crisis y la edad, de vez en cuando tienes una boda y claro, la pillas con más ganas. 

Si, sí, pero será por el juzgado un dia normal, cuando nos den hora,  y comeremos en la terraza de casa eh….a mi estilo, es solo para arreglar los papeles, y si nos va bien, algún día ya nos casaremos por la iglesia que a Moisés le hace ilusión…. (cómo si a ella no)

Así es mi hermana. Es prudente, serena, nada temperamental, discreta, tímida…. Pero también sé que en el fondo de sus fondos, se casa y le hace tremenda ilusión aunque lo anuncie como quien explica que mañana le apetece comer migas. Con 150 invitados o con 20, se iba a casar. Con vestidazo o vestidito ibicenco comprado en Sitges, se iba a casar. Con su alianza, sus ganas, sus ilusiones, con sus mariposillas en el estómago, se iba a casar!! Y a mí que no me cuente historias que la conozco.

Y salió perfecto. El pasado jueves 22 de mayo se casaron la pareja.

No fue la boda de tiempos controlados, no fue en un gran salón con camareros y barra libre, no fue la típica boda de las que antes hablaba. Pero fue una boda preciosa, autentica y muy especial. No faltó ni vestido, ni ramo, ni pendientes, ni algo azul, ni algo prestado, ni la liga, ni el arroz, ni puede besar a la novia.

Pese a ser jueves, todos en la familia nos las apañamos para arreglarlo con los trabajos para poder asistir. La gente nos miraba raro cuando en pleno mediodía laboral, cuando plegas para comer, pasábamos hacia los juzgados todos arregladitos con nuestros resplandecientes novios. Ambos en su estilo, eran unos novios.

Eran cuatro parejas las que se casaban. Mis impresiones: la primera era un chico que se casaba con una latina y básicamente le acompañaba la familia de ella. La segunda, una pareja que diría se trataba de su segundo matrimonio para ambos, a ellos le acompañaba algo más de familia. Luego estábamos nosotros, una pareja joven con la niña de dos meses y los únicos que llevábamos críos y quienes más éramos. Estas tres novias todas llevaban un ramo, de alguna manera o de otra. Y todas vestían con algo blanco, mi hermana la más vistosa al tratarse de vestido, las otras dos eligieron pantalones y camisa. Y por último, casualidades de la vida, una educadora de la guardería de la niña que iban vestidos normales y venían a casarse con total normalidad junto a los testigos obligatorios, que era la hermana de ella y su cuñado.

Llegamos a los juzgados y nos tocó esperar a que apareciera el juez, que solo hay uno en el pueblo y estaba  tomando declaración en un “juicio muy complicado” que se había alargado más de lo previsto…. dos horas! De las 13:00h. que tocaba, hasta las 15:00h esperando. Los niños corriendo por los pasillos, el hambre que llega, comiendo patatas, ganchitos y demás de la máquina expendedora. Fotos, risas y paciencia.

Cuando por fin llego el juez y empezaron a casar, al ser los terceros, pudimos ver cómo iban llamando y entrando a la sala las parejas y cuando nos llamaron a nosotros (por el nombre de la novia) íbamos todos para dentro, del mismo modo que habían entrado los demás, y un juez jo-ven-cí-si-mo, al ver que veníamos en plan más “bodorrio”, mandó a la novia fuera para que entrásemos todos primeros, nos sentásemos y esperamos su llegada….a lo iglesia. Todos alucinemos. Así que, novios a sus puestos y entre todos cantemos la marcha nupcial, entrando la novia del brazo de mi padre como dios manda. 

Duró 15 minutos pero no faltó su parte romántica, su parte legal, declaración de voluntades, entrega de anillos y cierre nupcial. Nos divertimos mucho además con los espontáneos. Ahora lo recuerdo y me emociono. Fue lo de siempre pero muy diferente. 
  
El resto de detalles tampoco faltaron y también fueron genuinos. Mi madre preparó el ramo para la novia con las rosas del huerto y las flores blancas estas (que no sé cómo se llama) de una maceta de casa, quedo chulísimo.



El suegro, cocinero jubilado, preparó el primer plato que quedó exquisito. Pata de cerdo al horno, con su salsita riquísima y sus patatitas para acompañar. Buenísimo y presentación espectacular. (me falta la foto)


Yo prepare el pastel de novios a las tantas de la noche y aunque de destartaló un poco, quedo rico rico. Tuvimos un gravísimo accidente con el bizcocho de abajo,  lo humedecí demasiado y se me rompió, quedando echo un quesito del trivial, pero al final salvamos los muebles….es mi tercer pastel fondant y nunca se me dieron bien las manualidades, podría haber estado mejor presentado, es verdad,  pero estaba riquísimo. 





El día nos acompañó de principio a fin, lo pasamos muy bien las dos familias juntas compartiendo la alegría del momento, reímos y brindamos, las fieras sueltas jugaron locas y descalzas en la terraza, peleándose y arreglándose, pusimos la música que nos pareció compartiendo gustos dispares,  celebramos su día tal cual lo desearon,  disfrutando de lo lindo como una gran boda que fue al estilo que ellos eligieron.


Estos somos nosotros de peques, los cuatro hermanos a quienes adoro. Y la pequeñaja...es la novia!!!! Es una de las fotos que le puse en el pergamino que le leí.  Que siempre sigamos unidos y así de bien, con nuestras cositas, nuestras similitudes y nuestras diferencias, nuestras peleas y nuestras reconciliaciones, con nuestras muestras de amor que nunca faltan los abrazos, la complicidad y las broncas que tenemos a la vez... con todo, no os cambio por nada del mundo.   Os quiero!!! 

Y VIVA LOS NOVIOS!!!!



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