La cerveza
![]() |
Yo hace unos añitos |
Es mi bebida favorita, la que siempre me ha acompañado en todas mis etapas. Bebo agua, infusiones y tés, café y cerveza. No soy de refrescos, y tampoco no me gustan los zumos envasados. Soy cervecera desde siempre, de toda la vida. Diría que desde edades prohibidas, jaja. Mi padre cuando se juntaba en casa con mis titos, era el típico que no movía el culo de la silla y pedía “nena tráeme un quinto” y luego nos mandaba a nosotros. Recuerdo de pequeña, no sé qué edad, pensar ¿a qué sabrá esto? Y mientras iba de la cocina al comedor, pegarle algún sorbito.
Cuando
empecé a salir nunca me pedí otra bebida, ni cuando tenía 18 años, ni ahora. Recuerdo
no faltaba quien en la discoteca, cuando era joven y esas cosas, hacía tratos
conmigo, “te pago la birra y tú me das tu consumición”, me decían que
malgastaba mi consumición, pero era lo que me gustaba. El típico cubatilla
siempre me ha costado horrores acabármelo porque no me ha gustado nunca, el
gintonic mejor pero tampoco disfruto bebiéndolo, el vino sí me gusta mucho pero
es más de comida y no siempre tengo. En cambio en mi nevera siempre hay unas
cervecitas. No la bebo a diario, pero sí el fin de semana aunque sea mientras
preparo la comida me tomo mi quintillo.
Toni no
bebe y tampoco le gusta la cerveza. Intenta hacer un esfuerzo en tomarla cada
vez que le ofrecen y está “entre hombres” pero dice que no le mola nada su
sabor. Son cosas que no entiendo pero bueno, será verdad que no le gusta.
Cuando pedimos, muchas veces le ponen a él la cerveza y a mí su cocacola….no
amigo, te la he pedido yo.
Es
típico en mí cuando quedamos a media tarde para echar “un café” pedir “un café
y una caña” a la vez, no sé qué tiene esta combinación pero me quita los males.
Primero una cosa y luego la otra. Una vez lo hablé con un primo de mi ex que es
médico y me dijo claramente que era por la tensión, “a que tienes la tensión
bajita?” efectivamente, suelo tenerla por los suelos. Así que es recomendable
para mi salud, no puede ser más ideal.
Gracias
a Dios que se inventó la 0,0 % porque si no en mis embarazos no sé qué hubiera
pasado. Sí, sí lo sé. Que tras parir en lugar de un bocadillo de jamón, hubiera
pedido a la enfermera una cerveza bien grande y fresquita (y tampoco, que luego empalmas la
lactancia) Que horror. Por suerte no ha sido el caso, he podido tomarla
embarazada.
Lloro,
jaja. Que conste en acta y en todos los registros posibles del mundo que yo amo
a mis hijas y mi vida caótica de madre estresada, pero ais……quizás mi caña
pendiente sea con alguien que me ayudó hace mucho tiempo a descubrirme aunque
yo por entonces no era consciente. Ahora como siempre digo, tengo todo lo que
soñé y lo que quería, pero también añoro muchas veces lo que tenía.
Como el
anuncio, tiempo de charlas infinitas por horas y sin prisas, de confesiones y
recuerdos compartidos, noches de conciertos, de libertad absoluta, de risas,
baile y música. Ya no somos lo que éramos, son cosas de la edad y del momento
en que vivimos de intensa maternidad en todo su meollo, supongo,…pero como lo
echo de menos!
Ojala
que con el tiempo, como padres y futuros cuarentones que es a lo que vamos, recuperemos
de nuevo esos momentos para “echar unas cañas” y vivir un concierto como antes solía hacer. Salud!
Comentarios
Publicar un comentario