Mi Barrio

#fembarri


Fueron las fiestas de mi barrio este pasado fin de semana. Toni quería ir a Barcelona, al centro, pero con el calor que hacía (y hace) y las dos niñas…pues no hubo ganas, cambio de planes y mejor aprovechemos que hay cositas en el barrio para disfrutarlas. 

En mi barrio no hay paradita de feria. Es muy pequeño y no llega el presupuesto imagino, o no se estila, no se, de echo tampoco en el pueblo (el nucli) ponen las atracciones ni puestos típicos de las ferias. Ni uno. Para las fiestas, lo que hay son actividades y todas en el mismo parque o en el casal. No hay más.

El viernes chupinazo con una cena a la fresca, donde las familias nos traíamos el mantel y la cena de casa y allí encontrábamos las mesas y las sillas para disfrutar de una cena con todos los vecinos. Casero total. Luego hubo tres conciertos muy flamenquitos y muy chulos. La pista estaba toda llena de niños corriendo y se respiraba muy buen ambiente. Me encantan estas cosas, las disfruto muchísimo. Recuerdo que cuando era pequeña también lo hacía y ver a Carla correteando como una loca de aquí para allá me recordaba a aquel sentimiento de libertad en esas noches de verano inolvidables de fiesta mayor. Era lo más.

Nos recogimos a las 3 y pico de la mañana por el sentimiento de mala madre cuando te das cuenta, mientras estás en tu salsa, que ya apenas quedaban padres ni críos y sí toda la “juventud” que venían a los conciertos. No son horas para las niñas que ya mismo sale el sol, toca retirada.   

Al día siguiente la fiesta de la espuma, obra de teatro infantil (bastante graciosa debo decir) y acabemos la fiesta en casa con las tres mosqueteras merendando. Carla estaba loca con sus amigas allí, tardó rato en controlar su emoción, iba completamente esberada de los mismos nervios ya que tenía muchas ganas vinieran sus amigas a jugar a casa. Me recordó a cuando venían las mías a casa y también yo me ponía nerviosa por enseñarles mis cosas y que estuvieran a gusto.  Al final se quedaron hasta las 9,30 de la noche y lo pasaron bien. Son tan bonitas todas, ojala esta amistad que nació en la guardería con un añito y medio y continua hoy les dure siempre. Es precioso lo que tienen.

Ya lo he comentado, no me gustaba mi barrio pero ahora me encanta. Poco a poco he ido haciéndome, conocer a la gente ha sido fundamental, es la parte más importante diría. De nada serviría vivir en un barrio chulísimo con gente pedante, no lo sé, pero ahora me siento fenomenal aquí. Es cierto que no hay ni un servicio, que somos como una isleta entre las carreteras que conducen a los pueblos colindantes, pero estamos acostumbrados a coger el coche para todo y me encanta las vistas, me encanta despertarme escuchando los pajaritos y dormir con ese maravilloso silencio que solo se rompe para oír el sonido de los grillos, disfruto muchísimo de la paz que aquí tenemos, aparte de unas puestas de sol muy bonitas.


Me gusta mi barrio. 


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