vacaciones santas



Cuando ya casi las hemos olvidado y nos quedan lejanas aunque hayan pasado solamente unos días, así han sido nuestras vacaciones de semana santa: en un camping de la costa dorada.  A punto estuvimos de tirar al Pirineu pero al final huyendo del odiado frío, decidimos playa. Y menos mal porque tampoco es que hiciera calor pero sí tuvimos días bonitos y soleados. 

Hablar de caravana y vacaciones es lo mismo que decir: libertad, bicicleta, aire puro, playa, barbacoa, camping, parque, calle, niños, naturaleza, excursiones y lectura al aire libre (cuando te deja la salvaje)....pero también es lo mismo que decir: enfados, nervios, gritos, desobediencia y cabra montesa. Porque eso es lo que le pasa a mi niña, que oye la palabra caravana o pone un pie en el camping  y entra en éxtasis, pasa automáticamente de personita a cabra loca que ni escucha ni obedece ni tiene horarios, ni quiere coletas ni vestirse ni peinarse,  ni quiere dormir, ni quiere obedecer, ni quiere comportarse ni quiere nada de nada. 

Pero que feliz es. Se lo ha pasado en grande y ya esta deseando volver, todos los días me pregunta cuanto falta. En esta semana santa ha perfeccionado su estilo con bicicleta de 4 ruedas y ha aprendido a girar el manillar para dar media vuelta, que antes no sabía, solo sabia ir hacia adelante. También descubrió las palas viendo  jugar a los vecinos. Tuvimos que ir a por unas y a partir de entonces, todos los días jugamos un ratito pero con un globo en lugar de una pelota, jaja...es muy pequeña y todavía las pelotas son muy rápidas y pesadas para ella. 

Si no fuera por eso pienso que no valdría la pena el estrés que cogo, pero verla disfrutar así es la mejor recompensa aunque me deje la vida detrás de ella porque es tan pequeña y tan temeraria que no puedes despistarte. En unos años la cosa cambiara pero de momento no puedes estar tranquila todavía. Nosotros también disfrutamos, no a todo el mundo le gusta este estilo de vacaciones pero a mi la vida de camping siempre me ha gustado mucho y la he vivido en casi todas las etapas de mi vida, aunque no de pequeña que creo es cuando más se disfruta. 

Mi primer camping fue con amigas, en pequeñas tiendas iglús, camping gas, un hornillo y una mesa con sillas plegables. Mis primeras salidas siempre han sido así. Luego pasemos a otras más grandes, más tarde  tiras la casa por la ventana con tiendas de dos habitaciones imposibles de montar y alguna carpa que compras a medias con amigos. Pasan los años y ya te pide el cuerpo otra calidad, entonces alquilas bungalows que valen más pero te dan la comodidad que exiges para pasar puentes o vacaciones en condiciones. Una de mis mejores vacaciones fue el viaje a Cádiz con una comanche que nos prestaron. Inolvidable viaje y maravilloso destino. Seguro que lo habré dicho ya. Y ahora, nuestra pequeña/gran inversión familiar ha sido pillarnos esa caravana para disfrutar en familia de las vacaciones y todas las escapadas que nos podamos permitir.  La estrenemos el año pasado y fueron una gozada. 

Todos disfrutamos. A Toni eso de conducirla y montar la caravana le gusta, lo disfruta como un enano. Es todo un mundo que desconocía ya que él nunca, antes de conocernos, había ído de camping, y ha quedado enganchado. No se aburre de leer foros, de curiosear otros modelos, de buscar cómo mejorar la nuestra, mirar campings y sitios donde poder ir….y yo también la vivo, quizás no con tanto énfasis porque no es novedad para mí pero siempre con muchas ganas. Poniéndome un poco nostalgica y  recordando mi primer iglú y lo que ha llovido desde entonces, ahora me doy cuenta de lo afortunados que somos y de lo acertado que fue tomar esta decisión que básicamente fue por nuestra experiencia nefasta de unos días de hotel en las primeras vacaciones con C y porque Toni insistió cuando un día de repente decidió que quería una, ya que lo que de verdad me encanta es ver a C divertirse así y saber el montón de buenos momentos quedaran archivados de su infancia en esta caravana y que ya conserva desde el año pasado que iniciemos la vida de campistas con ella: "mama quiero ir con la caravana" 

Eso es lo que me fascina, que le guste tanto como a nosotros o más. 

Comentarios

  1. Yo tengo muchas ganas de tener una. De momento seguimos con tiendas de campaña :)

    ResponderEliminar
  2. Otra campista! A ver si pronto encontráis la vuestra, que como comodidad es mejor está claro, pero la acampada es chula siempre y con tienda más auténtica.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares