Casetes de Xocolata
Emocionada. Muy
emocionada llegó el primer día de colegio cuando mi barrigota de Judit, mis
hormonas preñiles, su padre y yo acompañábamos a la rubia a su primer día del
cole dels grans. Era el 15 de septiembre de 2014. Una nueva etapa comenzaba, todo
un mundo nuevo que iba a durar muchos años, quizás los mejores o los peores,
ves a saber, y un montón de sensaciones, que vivíamos con ella y por ella, daban comienzo. De la mano, sujetándonos fuerte y con pasito lento, hacíamos entrada en
su primer día de colegio.
Vivir ese momento y ser
conscientes de que ya es toda una niñita, pequeña, pero una niña que atrás
quedó la etapa de bebe es tan maravilloso a la vez que natural y desconcertante.
¡Estábamos en el colegio ya! Crecen más rápido de lo que somos capaces de asimilar,
es así, por natural que sea, cada padre sigue asombrándose de la evolución que vemos de nuestros hijos…casi sin darnos cuenta.
Personalmente, aquella
mañana las emociones de madre se mezclaron con las de niña, y aunque no me acuerde de mucho, estos episodios son un recuerdo de nuestra infancia brutal. Probablemente
si te empeñas en recordar no lo consigas, pero llegan estas vivencias como
padres y entonces los recuerdos te golpean sin querer a modo de flashback. Revives cosas.
Hoy ya no entra a pasito
lento, aunque su timidez le sigue acompañando, entra contenta y feliz todos los
días. Ni uno me ha dicho que no quería ir al cole. Ha sido un año muy bueno, ha aprendido bastante más de lo que esperaba y
le gusta muchísimo ir al colegio. Que vaya contenta y con ganas al cole, es
algo que no tiene precio. Le gusta aprender pero es demasiado exigente y lo
quiere hacer todo deprisa y corriendo, mala combinación, así que por ello le
cuesta emplearse un poco más a veces. Pero poquito a poco mejora su condición
de impaciente.
Este próximo viernes se
acaba el primer curso, decimos adiós a P3. Se me ha pasado volando, ni me lo
creo. Y el pasado domingo, se celebró la fiesta de final de curso. Me encanta
este colegio digan lo que digan sobre su sistema de estudio. ME ENCANTA. Realizaron
una obra de teatro llamada “Tastet de
lletres” su traducción al castellano seria “Cata de letras” donde participaron todos los niños, desde los más
peques (quienes cerraron la función) a los más grandes.
Como el título indica, el tema era combinar comida y letras, cada curso preparó su número. Mezclando el placer de la
comida como el de una buen escritura, trabajaron con adivinanzas relacionadas,
dichos populares, homenaje a los sentidos, la importancia de escribir bien y "alimentar" la costumbre de escribir bien, de una buena ortografía. Toda una función de lo más amena, simpática y bonita.
P3 cerró el espectáculo saliendo
uno a uno y presentándose al público, sujetando un gran dibujo entre las manos de una
fruta que su primera letra la tenían en su nombre. “Hola em dic CaRla i
m’agrada més el Raïm” Y se colocaban frente a nosotros uno al lado del otro. Al acabar, se apagaron las luces, le dieron la vuelta a sus dibujos y en fluorescente se despedían con BON PROFIT (QUE APROVECHE). Pelos de punta,
Cuando vi salir a mi
pequeña, “el corazón se me puso en la boca”, jeje. Soy la típica mama
que se emociona y se le caen las lagrimillas cuando la ve subida en el
escenario. Nos sentimos orgullosísimos porque conociéndola, pensamos que no se
atrevería a salir. Pero salió y lo hizo genial. Ella todavía lo estaba más, muy muy feliz y contenta. Completamente satisfecha consigo misma. Eso es muy enriquecedor.
Se acaba este primer año
lleno de emociones, de novedades y de mucha gratitud a su profesora.
Nos vamos a P4!!!!
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