Mi pequeña tortuguita
Ahí está.
Vengo a contar lo mucho que ha progresado, lo
bien que se mueve en el agua y después de lo asustada que estaba, lo feliz que
salí ayer de las puertas abiertas.
La vimos además muy motivada, con ganas de que viéramos
lo muchísimo que había aprendido: el caballito, de espalda, deslizarse por las
cuerdas, la estrella, bucear hasta la colchoneta que estaba en el centro de la
piscina ella solita, subir encima a la colchoneta y volver a lanzarse hasta el
borde. Excelente.
Su enorme sonrisa, metida en ese gorrito y con
esas gafitas de agua, iluminaba toda la piscina. ¡¡Magnifico Judit, qué bien lo
has hecho!!
Le facilitamos como se merece y también al nuevo
profesor por la notable evolución de este
último trimestre y me comentó que el propósito este curso es acabar en la
piscina grande.
¡Wau! que bien....¿verdad?
Sí, aunque ya tengo palpitaciones.
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