38 cumpleaños
El sábado fue mi cumpleaños. Dejo los
treinta y siete bastante SATISFECHA
con lo que soy. No es que esté satisfecha por nada en concreto, lo estoy en
general (aunque me guste quejarme tanto y tenga mucho que aprender cada día).
Soy consciente de lo afortunada que soy en muchos aspectos, también soy
consciente de todo aquello que hago mal y sobretodo, soy consciente de que soy
la responsable tanto de uno como de lo otro.
Comprendo cuando hablas con personas más
“mayores” y te aseguran lo bien que se sienten consigo mismas aunque su piel
esté más arrugada y su tez no conserve el brillo de la juventud. Empiezo a
sentirlo. Con los años aprendes a quererte y cada día que pasas contigo misma,
te conoces más. Esa experiencia es de incalculable
valor y La paz que ese conocimiento
sobre ti misma genera.
He aprendido muchas cosas en este último año,
aunque algunas ya las sabía (siempre las sabes lo que no quieres aceptarlas). Como
dice Txarango: “Dale tiempo a tu instinto”.
Me siento más segura y más preparada. Sé de
todo corazón que siempre puedo darme la
vuelta y sonreír. Porque todo va y viene y sobretodo, nada es para siempre. Ni lo bueno, ni lo malo. Nosotros tampoco lo somos.
No voy a
renunciar nunca a ser feliz. Estoy aprendiendo lo sencillo que es. La venda se
cae cuando estas dispuesta a ver y preparada para ello.
Las esperanzas que nunca se pierden consiguen
cumplir sueños, a veces. Han sido unos 37 muy instintivos que me han enseñado
muchísimo. A ver realizados algunos y a aceptar la enorme dificultad de otros. También
existen los sueños imposibles, por sencillos que puedan parecer para otras
personas.
Toni llevaba una semana diciéndome que el
viernes saldríamos de cena romántica y cuando ya estábamos listos para irnos,
aparecieron mis amigas. Te vas de cena
¡pero con nosotras! Vaya sorpresa…no me lo esperaba para nada y la cara de
tonta no tuvo desperdicio. Fuimos a cenar, a ver una obra de teatro de esas que
te partes de risa, a tomar algo y a un banco de un parque hasta las 3,30 de la
madrugada después. Como las quiero a todas, son distintas, dos y dos de
entornos y etapas diferentes pero con cada una de ellas me une algo especial y
son las amigas de toda la vida. Gracias por montarme esta salidita de cumple,
la verdad es que venía necesitándola.
El sábado lo celebre en casa con mis padres y
hermanos. La verdad es que nos vemos poco durante el año y eso no me gusta. Así
todos juntos me refiero. Aprovechando que este año caía en sábado monté cenita en
casa. Nuestras juntas se ciñen a cumpleaños de los críos o navidad. Durante el
año J. se va al camping todos los fines de semana, P. se pasa la vida
trabajando los fines de semana inclusive, cada uno va a lo suyo y cuando
quieres darte cuenta han pasado meses sin verles. No puede ser. Pues estuvimos
en casa la mar de bien también. Por
cierto, hice una tarta de queso y limón……que fue un exitazo. Sin fotos, para
variar. Me da muchísima rabia no caer en hacer fotos en el momento que toca. Me
enredo y se me olvida. Voy a tener que centrarme más en sacar el móvil y
disparar (como hace todo el mundo) porque luego no tienes los momentos
inmortalizados como tanto me gusta. Además de hacer otra tarta..…
Un día de estos 37 años, no recuerdo de donde
salió, apareció ante mí este dibujo con este mensaje. Nadie imagina el efecto
que en mí tuvo. Hasta me hizo llorar. A mis treintaysiete, madre de dos niñas
que empiezan a vivir, me dí cuenta del montón de miedos que han rodeado mi vida
siempre. A esta imagen le debo haber dado un salto hacia delante en mi camino
personal. He dejado de tener miedo a ser yo.
Y con este mensaje me digo FELICIDADES, ¡¡Bienvenidos
38!!
¡¡Por
muchos más!!!
Comentarios
Publicar un comentario