Mentir



Leí esta frase en un post del precioso blog de Raquel de Rosario: “Serás libre cuando no tengas necesidad de mentir”. 

Lo que han dado de sí estas palabras en mi cabeza…y al final ciertamente afirmo que es imposible vivir sin la mentira. Es un color más, imprescindible en mayor o menor medida. Debo tener alma de mentirosa, pero es que yo la veo casi necesaria muchísimas veces. Incluso pienso que no hacerlo, en según qué ocasiones, puede ser una soberbia estupidez, o dicho fisnamente, algo muy contraproducente.

Aclarar que hablo de mentiras "relativamente normales" no de esas malas, y todos sabemos distinguir las que son, aquellas relacionadas con engañar deliberadamente a otra persona para humillarla, aprovecharse de ella o traicionarla en cualquier ámbito que os une: amistad, amor, laboral, etc. Hablo de las mentiras de estar por casa digamos. Esto es importante.   

Dicho eso, a lo que voy. Mientes por infinitas razones: por educación sería la principal, para evitar líos, por conveniencia, mientes por solidaridad, por protección, mientes por cariño, por amor, mientes por egoísmo, por bromear, por necesidad a veces, por incomprensión también. Se miente. Por diplomacia se oculta la verdad, (tu verdad), se disimula, se guarda para una misma….sí, entonces soy mentirosa, pero no quiero que parezca me justifico porque no es mi intención, creo lo somos todos además y creo debe existir la mentira como existe la verdad. 

Pero a nadie nos gusta que nos mientan, nunca, y en cambio, todo mentimos en algún momento. ¿Cómo decir siempre la verdad sin que duela? Yo desde luego no tengo ese don, procuro eh, y trabajo para ser más delicada, pero no lo tengo. ¿Cómo explicar cosas de las que quizás te avergüences ante una situación o una pregunta inesperada? Puede que alguna realidad alternativa te inspire en ese momento o directamente ocultes lo que no quieres contar. ¿Cómo compartir (o no) sentimientos que nadie más entiende? Es necesario “mentir” entonces, o lo que para mí NO es lo mismo: ocultar la verdad, callar (y esta sea la más inteligente).  

Ejemplo: acabas de conocer a quien sea, que es una persona importante para alguien que a la vez es importante para tí: ¿Qué te parece mi hermana? (por decir) Mmmmmm……..(ya me entendéis).  Entonces claro. Educación y respeto se mezclan a partes iguales para formar una mentirijilla piadosa con la que sabes has de contestar aunque esa impresión no haya sido la causada realmente.

Pero la frase en sí es preciosa, no se puede negar. Me encanta y sé que no la voy a olvidar por la fuerza que guarda, porque vivir sin necesidad de mentir nunca, significaría vivir en libertad y EN PAZ, y eso debe ser una agradable armonía interior de gran valor. Además de ser muy inteligente, y esto es muy importante. Aunque sean piadosas, las mentiras no molan. Superar esa necesidad de mentir u ocultar, significa también que has desarrollado la grandiosa capacidad de ser fiel contigo misma y con el mundo que te rodea. Que además dispones de medios protocolarios geniales para hacerlo correctamente.  

El fondo de ser siempre sincera sería algo así: que te permites contestar con la verdad (la tuya) a todas las cuestiones y para que no sea un acto de estupidez, es obligatorio hacerlo bien. De ese modo, te aseguras no buscar problemas, no dañar a nadie, consiguiendo ser leal a tus pensamientos y sentimientos sin fallarles ni a ellos ni a ti misma. Significa que te amas por encima de las consecuencias y/o  que has desarrollado la inteligencia de no sufrirlas en tal caso. No existe entonces la doble moral, no escondes secretos, y/o no guardas emociones ni pensamientos feos. Significa disponer de una gran empatía y un gran respeto, acompañado de inteligencia y don de palabrería. 

Cuando no exista en ti la necesidad de mentir en nada, ni a nadie, serás un ser completamente libre, bueno, puro y sobretodo, muy sabio. De eso no me cabe la menor duda. Pero creo de todo corazón, que (por suerte o desgracia) no está al alcance del ser humano. 

También es verdad que en muchos casos, a la mentira le ha tocado ser la mala de la peli y obra muy mala fama, pero bien analizado, y como pasa siempre, ni el bueno es tan bueno, ni el malo es tan malo.  


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