5 años
¡Carla cumplió el día 8 de este mes, CINCO
AÑOS!.
Me encanta observarla cuando no me ve y está
dentro de su mundo. Mientras juega con su hermana o monta sus paraditas con sus
juegos favoritos. Cuando me descubre, algunas veces se enfada porque se siente
espiada y no quiere que la mires. Otras en cambio, le gusta pillarme así de embelesada
y sin querer, cambia el gesto por esa carita de timidez,
esos ojitos que no saben dónde mirar porque sabe que me está encantando lo que
hace. En esos momentos me la comería. Como cuando vamos a verla a patinaje…esa
carita de “me están mirando y están muy orgullosos de mí” es puro amor.
Por más que vaya de dura y sea poco cariñosa,
quiere que la mimes sin fin. Y si es jugando y riendo mejor que mejor.
Empalagosismo el justo, pero en eso es como yo, con humor y cachondeo, lo que
quieras. Ese es su estilo sin duda.
Como dije un día, no le gusta la tele, no suele entretenerse con ella. Ella prefiere el juego simbólico y es más feliz creando historias y ambientes. Ahora es la profesora de clase y te monta una actividad con veinticinco folios en el suelo, que corta, pega, con sus veinticinco colores y les manda pintar a sus veinticinco niños. O se coloca la bata de doctora y monta una clínica con sus muñecos. También simula al bus, lleno cestos, carritos, sillitas o lo que sea que representan los asientos, con sus nenes sentados mientras ella los coloca, hace que les pone el cinturón, pasa lista…..(como en la foto, que precisamente aquí había partido jaja). Me quedo maravillada viéndola jugar porque se mete en el papel de una manera...Observándola además, es que aprendo muchísimo de ella y de su día a día.
(Luego recoger las paraditas ya es otra cosa)
Como dije un día, no le gusta la tele, no suele entretenerse con ella. Ella prefiere el juego simbólico y es más feliz creando historias y ambientes. Ahora es la profesora de clase y te monta una actividad con veinticinco folios en el suelo, que corta, pega, con sus veinticinco colores y les manda pintar a sus veinticinco niños. O se coloca la bata de doctora y monta una clínica con sus muñecos. También simula al bus, lleno cestos, carritos, sillitas o lo que sea que representan los asientos, con sus nenes sentados mientras ella los coloca, hace que les pone el cinturón, pasa lista…..(como en la foto, que precisamente aquí había partido jaja). Me quedo maravillada viéndola jugar porque se mete en el papel de una manera...Observándola además, es que aprendo muchísimo de ella y de su día a día.
(Luego recoger las paraditas ya es otra cosa)
Me enamora conocerla cada día más y me da rabia
no tener el tiempo que me gustaría (por favor, alguien que me cocine y me
limpie) para dedicarle las horas que Carla necesita. Pintar juntas, jugar,
bailar zumba. Cómo piensa, cómo siente, cómo es. Y descubrirla, a veces tan
igual a mí y otras tan diferente. Al día de hoy sé que mi hija me enseña más
cosas a mí que yo a ella. Todas sus versiones son apasionantes. Bueno todas no,
esta última con la que lleva un par de días me está sacando de quicio…los 5
años parece que le han sentado mal. Se ha empeñado en dificultar todo: desde
vestirse por la mañana a bañarse por la noche. Nada es de su agrado y a todo le
saca punta poniendo su negación en ello. Santa pacienciaaaaaaaaa.
Llegó su cumpleaños y este año decidí hacerle
dos fiestas: una con sus amigas del barrio (las de siempre) y otra con la
familia. Como novedad, este año para la de las niñas organice una gincana por
el barrio (un perímetro de tres calles en realidad) por aquello de hacerla
divertida y diferente. No fue muy elaborada tampoco, algo sencillo. Pero al final, salió mejor de
lo que esperé (y mira que ya esperaba que fuera chula) pero me sorprendió a
mejor todavía. Disfrutaron muchísimo, tanto que cuando acabó querían volver a
empezar, jaja. ¿Hay algo más gratificante que hacer feliz a tu hija? No existe
sentimiento mayor.


La fiesta con la familia fue en casa. Muy bien también, como siempre, aunque fuera algo menos “preparada” hubieron carreras de sacos, pilla pilla y muy buen ambiente. Lo hemos pasado genial tanto en una como en la otra, aunque la gincana triunfó, todavía hoy se acuerdan y quieren jugar a “trobar les xuxes”. Son unas grandes exploradoras.
¡Felicidades mi niña! Espero que nunca olvides
lo especial que eres y lo muchísimo que te quiero.
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