16 años aquí
Entré a trabajar aquí por el 1998 cuando tenía
18 añitos y justo me estaba sacando el carnet de conducir, pero pese a mi
juventud este no fue mi primer trabajo.
Primero hice varias prácticas en otros sitios, en
una empresa de seguros y en Hacienda. En la correduría de seguros me lo
hicieron pasar mal, pero aun así, recuerdo un consejo de una chica muy
agradable de allí: “Repasa siempre tu
trabajo, aunque creas está perfecto” Me gustó lo que me dijo y procuro hacerlo
siempre. En Hacienda, digan lo que digan de los funcionarios (que es verdad los
hay malos y vagos) personalmente viví una bonita experiencia de compañerismo y
aprendizaje. La verdad que esto de hacer prácticas en empresas está muy bien si
tienes la suerte de dar con una que de verdad quiera enseñarte y así romper el
hielo con el mundo laboral.
Mi primer contrato (corto), fue para entrar datos en una empresa de gas (jajajaja lo que son als cosas) Siempre se me ha dado muy bien teclear, soy muy buena dándole a las teclas (mi profe de mecanografía alucinaba con mis pulsaciones y mi cero faltas de ortografía) y por eso me cogieron claro. Yo encantada porque aún ser por una empresa de trabajo temporal, me hizo una ilusión tremenda tener un contrato de trabajo. Hasta que a los pocos días, una chica que trabajaba allí y conocía, me contó que me habían contratado solo para sacar la faena antes de fin de año y que para principios de enero, al inicio del curso, ya tenían una chica pedida en prácticas para hacer este trabajo….pues esa chica resultó fue mi hermana, jajaja. Vale que el mundo es un pañuelo y que en la comarca seremos 50.000 habitantes “solo” pero que casualidad, no? Nos reímos mucho con esto, siempre hemos estado unidas y acostumbradas a compartido todo.
Al poco tiempo, aquí llegué y aquí sigo. Aunque
he tenido mis momentos de agobio por la monotonía, y soy consciente puede ser
insoportable para mucha gente esta falta de emoción, al día de hoy miro atrás y
puedo afirmar es una de las mejores cosas que me han pasado.
Lo cierto es que nunca encontré un sitio mejor,
ni en funciones ni en sueldo y nunca quise arriesgar perder esto, nunca he
sentido la necesidad imperiosa de cambiar, sí lo he soñado y me lo he imaginado
en ocasiones, pero la balanza siempre se inclinaba hacía el mismo lado.
Hubo una temporada que hice de camarera los fines de semana en un bar y aunque no me veía capaz, debo admitir que me encantó, me gustaba hablar con la gente, y descubrí que tampoco se me daba mal, hubo momentos en que hubiera cambiado esto por algo así, un bar, un supermercado....lo que fuera con tal de trabajar con mas ritmo, tratar con más personas, con más alegría que con la que se trabaja en una pequeña oficina. Pero no.....las cosas buenas aquí, son MUY BUENAS.
Hubo una temporada que hice de camarera los fines de semana en un bar y aunque no me veía capaz, debo admitir que me encantó, me gustaba hablar con la gente, y descubrí que tampoco se me daba mal, hubo momentos en que hubiera cambiado esto por algo así, un bar, un supermercado....lo que fuera con tal de trabajar con mas ritmo, tratar con más personas, con más alegría que con la que se trabaja en una pequeña oficina. Pero no.....las cosas buenas aquí, son MUY BUENAS.
He valorado siempre el respeto que me han
mostrado, los favores con los que cuento, y el trato familiar y cercano que
recibo. En este tiempo me han pasado muchas cosas y siempre me han apoyado en
todo. Asuntos personales, familiares…..y eso no hay dinero que lo pague. Por no contar el montón de horas pedidas de pediatra, horas pagadas y
no pagadas, que jamás me han recriminado ni descontado. En ocasiones me han
visto cansada por alguna circunstancia y han dejado que me marche, asuntos familiares delicados que han necesitado de muchisima atención, momentos personales criticos....siempre han estado apoyandome en todo. Como digo, tengo unos jefes que no me los merezco, de los que ya
no quedan.
La crisis nos está desplumando poco a poco, pero
cuando parece que el barco se hunde (y hemos tragado mucha agua), aparece un pequeño empujoncito que nos
permite sacar la cabeza. Así que no pierdo la esperanza de que lo superaremos,
desde luego, ellos se están dejando la vida en que así sea, y humildemente, sin estafar ni engañar a nadie. A la hora de recortes, ellos han sido los primeros. Son realmente un ejemplo a seguir. Merecen mi
admiración y respeto por como son.
El pasado 9 de marzo cumplí 16 años en este trabajo...quien me lo iba a decir cuando entramos mi timidez y yo por aquella puerta a la primera entrevista de trabajo con J. Aunque muchas veces he deseado tener un trabajo donde estuviera en
contacto con más gente, donde hubiera más vidilla y no fuera tan rutinario….estoy feliz aquí, soy muy afortunada, siempre lo he sido y espero
disfrutar de él 16 años más.
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