La Vall de Núria


En semana santa de este 2022 hicimos una bonita escapada a un sitio precioso que desde aquí recomiendo muchísimo: LA VALL DE NURIA, en Queralbs (Girona). Un valle preciosísimo del Pirineu Català, ubicado a 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar. Se puede llegar a el caminanado por unos caminos montañescos o bien con un tren cremallera que puedes coger en Queralbs o el pueblo de antes: Ribes de Freser, donde nos alojamos y subimos nosotros. Son unos 10 kilometros para llegar. 

Es un lugar realmente bonito, subes disfrutando del paisaje pero cuando sales del túnel y ves por primera vez el lago, te exalta su belleza. “oooooohhhh” es lo primero que vais a decir. No es solo una entrada bonita, la vall es un paraje donde la natura ofrece rutas de senderismo con vistas impresionantes y paisajes increíbles. Nosotros no hicimos ninguna caminata larga porque no íbamos preparados para ello. 




La Vall de Núria dispone de estación de esquí y en semana santa todavía quedaba un poquito de nieve. Nosotros no somos esquiadores, pero alquilemos unas botas para jugar y lanzarnos por las diferentes bajadas y actividades para niños que habían organizadas: toboganes gigantes, tirolinas o tirarte en moto y trineo por las montañitas. Fue muy chulo, pasamos un rato divertido. Paseamos por las diferentes zonas y comimos unas hamburguesas buenísimas allí mismo, pues es muy turístico y tienen varios restaurantes, así como tienda típica de recuerdos. Nos llevamos chocolates y como siempre: una taza. 


Es un lugar que en verano tiene que ser una gozada visitar también con ese verde intenso y vistas tremendamente pintorescas. Nuestro día fue gris porque estaba nublado, en un día soleado los colores vivos ahí arriba deben deslumbrar. 

Paseamos por la capilla y el museo donde pudimos ver fotografías antiguas y explicaba la historia del Pastor Gil, señor tallo a la Virgen patrona y que residió durante cuatro años allí solo hasta que huyó de la invasión musulmana de la época. 

Nos alojamos en el Hotel Catalunya, que cuenta con acogedoras habitaciones limpias y renovadas. Fue una estancia agradable y muy cómoda en Ribes de Freser, precioso pueblito de montaña con un Rio como su nombre: Freser. Pasear por sus calles, disfrutando del sonido del agua correr es un regalo a los sentidos. Un lugar donde descansar, retomar el contacto con la paz y la tranquilidad de la naturaleza.

Toni recordaba de pequeño esta excursión con sus padres y abuelos y quiso rememorarla ahora con las niñas. Es una excursión muy bonita que si os gusta la nieve como si no, ahora llega de nuevo el frio y el invierno, podéis aprovechar para hacer.

 




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