Fugitiva

 






-Tienes alma de fugitiva - me dijeron una vez.   

- ¿Qué dices? No me conoces de nada – pensé que era un loco pirata, un bohemio vagabundo, quizás un poco pirado. Pensé incluso que, precisamente, mi deseo era todo lo contrario, dejar de huir, anclar, echar amarras, encontrar mi sitio y sentirme realmente integrada, asentada, con esa seguridad y esa certeza de estar en donde es. 

Pero supo verme mejor que yo, porque no se equivocaba. 

Mi alma al final, se escapa siempre, se marcha sin saber por qué ni muy bien dónde va. 

Huye y luego vuelve. 

Pirata….soy  una fugitiva de verdad.

Comentarios

Entradas populares