Mi Blog
Carla iba a su primer año de guardería cuando
desperté malísima con anginas y con muchísima fiebre, de esas que no te dejan
levantarte de la cama. Como estábamos solas, vino mi madre a casa y fue ella
quien llevó a la niña a la guarde y a recogerla luego. A su vuelta, tardaban bastante más de lo normal y estaba asomada en el balcón cuando las vi llegar por la esquina de la calle. Recuerdo ver a mi niña con tu gorrito, su
bufanda y su anorak con una mano cogida a mi madre y en la otra, unas flores preciosas
que había cogido para mí de camino a casa. Son una de esas imágenes que te
llenan el corazón. Por eso escogí esta foto para mi blog, que no es mía y no
recuerdo de donde salió, pero me recordó a ese momento. De ahí mi avatar.
Siempre me gusto escribir, bien o mal, siempre
he tenido diarios y cuadernos por todas partes. Cualquier trozo de papel era
bueno para escribir notas mentales, copiar textos, alguna idea, expresar algún
deseo, momento de angustia o pena que necesitaba “compartir” conmigo misma y
así darle salida de alguna forma.
Un día, (creo ya lo he contado) cometí una
salvajada de la que estoy muy arrepentida, y fue tirar todos esos diarios.
Arranques que tiene una. Recuerdo leerme y sentir vergüenza de esas letras, de
esa manera de “no quererme”, sentí ganas de quemar todo aquello para que nadie
lo leyera. Debí guardarlo en algún lugar donde nadie lo pudiera encontrar hasta
que madurara un poco más y entendiera que aquella, también era yo. Ahora no los
puedo recuperar. Desde luego, nadie los verá nunca, pero yo tampoco.
No voy a volver a borrar nada, aunque me de
vergüenza (aunque espero no tener que avergonzarme de nada jaja). Y me gusta la idea de que
estas páginas estarán aquí para siempre, quizás donde nadie las va a encontrar
salvo yo. Que seré vieja y esto seguirá aquí. Para ellas y para mí. Para siempre.
Empecé a escribir en este blog totalmente
personal por esas dos razones. Para no olvidar y para recordar. No olvidar lo
que día tras día vivimos y para recordarlo cuando el tiempo haya pasado. Creo
que a mis hijas les podrá hacer gracia cuando sean más grandes y por esta
razón, me gustaría hacerlo más y sobretodo, mejor. A mí me hubiera encantado encontrar
algo así de mis padres y abuelos.
Otra razón es que muchas veces aparecen
momentos en los que no te apetece hablar con nadie de lo que te pasa, no necesitas
los consejos que sabes te van a dar, no te apetece incluso que te aconsejen,
simplemente necesitas echarlo, escribirlo, contarlo. Este lugar es perfecto
para ello.
También he ído leyendo otros blogs y suscribiéndose a los que me han gustado, con vuestro permiso. De uno salto a
otro y a otro… me quedaré sin hacer mucho ruido. Me gustáis.
Otras veces, aunque estés rodeada de gente,
siento la necesidad de estar SOLA y escribir. Cierto es que muchos pensamientos
no los publico por formar parte de una privacidad especial que no deseo
compartir con absolutamente nadie, pero también es verdad que tampoco pensé
jamás en publicar fotos, y poco a poco, creo que voy perdiendo esa timidez y
encontrándome más cómoda en este sitio.
Me siento bien así.
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