En la Montaña estamos

Hemos acampado en la montaña. Estuvimos las vacaciones de semana santa y dejemos la caravana plantada hasta finales del puente de mayo, de modo que estos fines de semana han sido findes de camping.

No íbamos a hacerlo, ya que la semana santa es demasiado corta y montar y desmontar para tan pocos días no nos merecía la pena, pero al final nos animamos y cogimos este pack.

Es estresante. Plegas el viernes a las 6,30 y cuando llegas a casa ponte a preparar todo para salir lo más pronto posible. No parece tampoco gran misión pero sí lo es. La grande que no deja de pedir cosas y correr por 55 metros cuadrados a cual indio mapache proclamando la guerra, que dan ganas de atarla para que se esté quieta un rato. La pequeña que cada vez que me ve pasar llora como perrillo abandonado reclamándome, y yo intentado hacer bien las cosas con toda la ropa que se necesita para este tiempo loco donde tan pronto te pelas de frío como te cueces, neceseres, medicinas, zapatos, comida y demás……… y sin dejarme nada! (misión imposible) así que intentado dejarme las menos cosas posibles. Don Impaciente con su cara mortadela porque da igual la hora que sea, siempre vamos tarde según sus planes y da igual me deje cosas o no, siempre llevo demasiadas cosas y su frase favorita es: “esto no cabe”. Pues poco a poco me va cogiendo un estrés que dan ganas de tirarse por el balcón y pienso: “¡¡¡¿¿¿Quién coño me mandaría a mí111???”

Pero luego vale la pena. Nos encanta y lo disfrutamos muchísimo. La tranquilidad con la que pasas el día al aire libre no tiene color a estar entre cuatro paredes. No podemos hacerlo más ni quedarnos más tiempo pero cuando podemos, aprovechamos. Es cansado a la vez el tute, pero compensa y a todos nos viene bien desconectar. 

El caso es que recogeremos la caravana el domingo, y ya me está dando penilla. Cuando menos lo esperas, pasan cosas chulas y hemos estado muy bien, en un ambiente muy íntimo y familiar. Además está C, y me mola mucho tenerla por ahí y estar con ella. Hay muy buena gente, parece buen ambiente. Nos vamos a pasar los últimos días y a recoger la casita porque no concibo el verano sin playa tampoco, pero volveremos el año que viene, al mismo camping y a la misma parcela sin duda.

¡Feliz puente!