Papel de Navidad



Hay cosas en el Lidel que me gustan mucho: los caramelos que venden para Halloween y el papel de navidad. El año pasado cuando fui a buscar este último, no quedaba ni un solo rollo. Llegué tarde, para variar. 

Cada año hay más adeptos a la noche de Halloween y este octubre cuando preparaba las cositas para la noche más terrorífica, fui al Lidel a comprar las chuches de esas molonas ambientadas para la ocasión. Aquí realmente celebramos el CASTAWEEN (mitad castañada, mitad Halloween) y como siempre lo dejo todo para el final, me encontré con una estantería vacía. Cero artículos disponibles. Ni chuches, ni caramelos, ni tampoco quedaban ingredientes para hacer los panellets típicos catalanes que también se preparan para la fecha por la Castañada.  

Bueno, pues cuando me iba con las manos vacías, me encontré que ya tenían el papel de navidad, que también me encanta el que aquí venden porque es super bonito y de doble cara. ¡Este año no me quedo sin él!  Este año, para el papel por lo menos, iba a ser la primera, jajaja. Y así de feliz y contenta salí yo del Lidel en plena verbena halloweenera con mi papel para navidad. Si es que una no es feliz porque no quiere. 

Meto el papel en el maletero del coche y me voy. Pensé: “acuérdate de sacarlo no lo vea Judit”….¿lo saqué? No. Se huele la tragedia, ¿verdad? Efectivamente, eso fue justo lo que pasó. Que aquella tarde fuimos a la fiesta del colegio de la Castañada y al meter la mochila en el maletero, Judit vió el papel. “Mama, ¿que hace el papel de navidad aquí?

¡Mierda! Si es que no se puede ser más tonta que yo….ya no lo voy a poder utilizar (pensé).

 "Aaah, ¿ese papel? Es para hacer manualidades de navidad Judit” le conteste lo que me salió rápidamente en ese momento. Y mi niña que es inocente y que estoy segura no tiene ningún tipo de sospecha, se lo creyó y se quedó tan tranquila. No preguntó nada más ni pareció sonarle a cuento chino.

A la noche, les conté lo sucedido a Toni y Carla. Y surgió la siguiente duda: ¿es hora de decirle la verdad? ¿utilizamos el papel este año para los regalos de navidad?  Seria una manera de enviar la señal que encendiera su sospecha y ser nosotros quienes decidimos en que momento romper la magia, pero, por otro lado, da penita hacerlo. 

Ya hay muchos niños en su clase que lo saben, mis sobrinos de su misma edad sin ir más lejos. Por una parte me apetece hacerlo para evitarle la carita que pondrá cuando  tarde o temprano se lo digan los demás. También egoístamente, para aprovechar mejor el dinero gastado y en último lugar, esto te sonara extraño, para dejar de envolver regalos. El desperdicio de papel me pone enferma cada año. Sí, me gusta el del Lidel pero dejaré de comprarlo en cuanto ya no sea necesario. Sigo a una mujer en Insta que deja los regalos repartidos por el comedor, indicando para quien es cada cual, con mucho gusto colocados, y así pienso copiarlo. 

Pero ciertamente, Judit aunque tiene 9 años, es muy infantil todavía. Ella es magia pura. La Navidad se inventó para los niños como ella. Es el mayor ser de luz que existe, es una disfrutona sin límite, es un crimen quitarle la ilusión. 

No sé qué hacer. Veo que se acerca el día y no lo tengo decidido. Son de esas cosas que, haga lo que haga: me voy a arrepentir, porque si lo hago, habré elegido yo la manera de decírselo, pero me dará pena pensar si me he “precipitado”. Y si no lo hago, lo dejo en manos de los demás y me dará pena no haber aprovechado esta oportunidad de decírselo, descubriéndolo ella con el papel de regalo. 

Escribiendo esto me doy cuenta de que parece en el fondo lo tengo claro, solo que no quiero, no acepto ha llegado el momento.

 


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