Descubrimientos: Champú en seco y tacones que curan
Después de contar ayer nuestras
desventuras, una se queda con un sabor amargo. Y aunque es la vida, siempre
gusta más y es mejor contar cosas buenas.
Así que como de todo lo malo se
aprenden cosas, y con estos altercados he aprendido un montón, voy a explicar dos
cosas importantísimas que, aunque ya conocía, no les había prestado atención y
las he descubierto a mis ojos con lo ocurrido. Han sido cosas buenas. Un poco chorras, pero buenas.
Champú en seco.
Había oído hablar de este producto, lo
había visto en la estantería de Clarel pero me parecía un poco “una marranada”
eso de echarse un esprai en el pelo para limpiarlo, sin agua ni jabón. Hace tiempo
que lo veía en manos de algunas youtubers pero jamás me había dado por
probarlo…..¡hasta que me quedé sin agua caliente! Eso te cambia la perspectiva de las cosas.
El caso es que mi pelo es “mixto”
digamos, como el cutis. Pero, sin falta, tengo que lavarme el pelo día sí, día
no, debido a esa grasilla del flequillo que viene dada por la grasa de la
frente. No soporto se vea guarrete y aunque el resto del cabello esté limpio,
me lavo el pelo. Pero con agua fría en pleno invierno…buf…así que me pasé a
comprar el bote.
Pensé: para lavarme el pelo con agua
helada siempre tengo tiempo, ¿y si funciona?? Pues funciona!! Tanta fue mi
alegría y mi alboroto, que no pude dejar para mí esta información. Yo que soy
un poquito flipadilla por cosas que todo el mundo conoce ya, les puse un audio
a mis chicas, que nos tuvo toda la mañana entretenidas y muertas de risa. Entre
tanto kaos sin agua caliente, descubrí lo que ya todo el mundo había
descubierto y ahora, siempre hay un día a la semana que lo utilizo.
Toni lo llama "el champú para perros" pero me dá igual, que lo llame como quiera. Unas pulsaciones y wuala, ¡grasa fuera!
Jajajaja milagro. Es cierto que se come el
brillo del pelo, que nada como lavarse la cabeza con su agua y su
jaboncito, pero es perfecto para salir del apuro y para evitar lavarte tanto el
pelo entrando en ese ciclo vicioso grasoso del que no puedes escapar, porque
siempre he tenido el cabello seco, muy seco, pero me está cambiando y puede que
sea esa la razón: lavármelo tanto.
Los tacones y sus beneficios
Hace tiempo que cada mañana al
levantarme me dolían los pies y en especial los tobillos. Había aprendido a
vivir con ello. Era como si tuviera la musculación o los ligamentos encogidos y
engarrotados de la noche, no sé, una sensación muy rara que desaparecía al rato
de caminar.
Al igual que con el champú en seco,
también he escuchado mil veces a mi madre decir que ella no podía ir plana
porque le dolían los pies, pero yo lo acusaba más bien a sus dolores de juanetes
y no a los tobillos. Ni imaginé me pudiera pasar a mí, no relacioné esas
molestias. Yo feliz en mi lema de calzado cómodo.
Tengo en casa botines con tacón, pero
nunca me los pongo. Siempre prima la comodidad, por ello voy en botas planas o
deportivas. De este tema he hablado mucho. Al final, por comodidad en invierno
y por necesidad en verano, llevo años instaurada en el zapato plano.
Lo que no tengo son botas de agua, y cuando
se inundó el almacén estuve todo el rato con mis botas de calle puestas. De manera que tantas horas mojadas, se han
echado a perder y he tenido que sacar de las cajas los otros botines de tacón y
cuña. Llevo más de un mes con ellos y me he acostumbrado bastante bien la
verdad.
Pues desde que camino con mis botines
de cuña y tacón (bajito) me he curado de ese dolor. De hecho, se me habían ido
completamente esas molestias y no me
había dado cuenta hasta hoy prácticamente. A ver… ¿cómo es que no te has dado
cuenta hasta hoy? (pensareis) pues sí. Desaparecieron y no me acordé de ellos,
no relacioné. Volví a despertar bien (que es como tienes que despertar) y por
eso quizás no reparé en ello.
Pero este fin de semana, necesitaba ir
cómoda durante muchas horas y volví a mis deportivas tanto el sábado como el
domingo. Cuál ha sido mi sorpresa que han vuelto los dolores mañaneros en los
pies.
El lunes desperté fatal y cuando aparecieron
de nuevo, fue que me dí cuenta que hacía mucho tiempo habían desaparecido esas
molestias hasta ahora otra vez. El martes mejor y hoy casi no me han dolido. Nunca pensé que guardara relación, la verdad.
Por más lo escuchara de mi madre. Ahí lo tenemos, yo tampoco puedo ir plana. Me
guste más o menos, tengo que llevar tacones.
He aquí mis únicos descubrimientos
positivos, que aunque también podría haber sido curiosa por probar el champú en
seco y algo más espabilada con los comentarios de mi madre, finalmente ambos han
venido dados por romperse la caldera y por atascarse el desagüe de la casa así
que bueno, quedémonos con lo bueno. Toda
la vida haciendo el “hortera” por salir en bambas mientras todas mis amigas iban con sus zapatitos y ahora que la moda esta de
mi parte, con infinitos modelos y colores que combinan con todo, me duelen los pies….¿¿Positivo decía?? Jajajajajaja no se nose….
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