A quién votar

 


Soy mujer blanca, catalana, española, nacida en una Catalunya construida con la ayuda de padres andaluces que vinieron aquí en busca de un futuro mejor, y donde lo encontraron. Soy hija de una familia muy humilde que llegó sin absolutamente nada. Que trabajaron duro y crearon una familia, adaptándose a esta tierra, creando aquí su hogar, pagando sus impuestos honradamente y educando a cuatro hijos con mucho sacrificio e integridad. 

Mi madre ha sido una luchadora nata, y he sido educada alzando valores de igualdad y respeto. Defendiendo la igualdad de género, de oportunidades y la libertad personal de todos. He recibido una educación católica no practicante siempre muy respetuosa. 

He crecido en una casa de PADRES SIN ESTUDIOS, PERO MUY TRABAJADORES (perdonar que insista) donde nunca hubo ni un capricho ni un lujo. Nunca estrenamos un coche de alta gama (ni de baja, todo eran coches baratitos de segunda mano) tampoco nunca fuimos de vacaciones. Con esfuerzo se compraron su pisito sin hacer ocupación de nada que no fuera suyo. 

Sigo con más detalles. A mi madre, el gobierno que fuera, jamás le regalaron los libros del colegio ni obtuvo ninguna beca para comedor. Eran otros tiempos, recuerdo tener algunos libros prestados y pasarme días borrando los resultados de los ejercicios para hacerlos luego yo. Se aprovechaba todo. Mis hermanos y yo nunca pudimos llevar el chándal oficial del cole porque éramos cuatro hijos y con lo que valía uno, los compraba todos.  No recibieron jamás ninguna ayuda de parte de nadie. Y aquí estamos. 

Creo en la izquierda, no concibo votar a nadie del otro lado. Creo en la necesidad de ayudar y en las políticas sociales, pero también creo en la necesidad de controlar las ayudas que se otorgan. Sintiéndolo mucho, nunca pensé diría esto, pero no pueden ser ilimitadas o eternas. Esto se debe controlar. Entiendo es difícil, pero el paro y la inmigración se debe vigilar. 

Tampoco pueden mandar partidos corruptos ni aquellos que hacen gala de querer recortar libertades o derechos adquiridos. No podemos permitir eso ocurra.  El odio no puede ser la carta de presentación de quienes pretenden gobernar. 

La política medio ambiental me preocupa muchísimo y siguen sin crearse medidas que lo proteja. Tampoco existen ayudas a la pequeña empresa para tanta crisis continuada que no nos deja levantar la cabeza. Los agricultores son los grandes olvidades y no comprendo como es posible, si al final todos necesitamos del campo. ¿O es que vamos a comer tanques, monarquía y banderas? 

Soy madre de dos niñas y deseo para ellas un futuro que haya decencia y responsabilidad política, que no pierdan ni uno de los derechos conseguidos hasta hoy, no podemos ir hacia atrás. Quiero vivir en un país donde nuestros impuestos sean invertidos en lo que realmente importa: SALUD Y EDUACIÓN, publica y de calidad. Sin ir más lejos, mi hija empieza la ESO y no han llegado los dispositivos electrónicos para ellos. Tenemos que comprarlos los padres, o traer de casa lo que tengamos, que para el caso es igual. Es solo un pequeño ejemplo. Te pasas la vida pagando para esto, y es que nunca queda para ti.  Siempre se benefician otros. Esto también cansa. 

La seguridad en las calles es otro problema y gordo. Da miedo tanta delincuencia y tantos robos. Deben endurecerse las leyes para que no salga tan barato delinquir. 

Por no hablar de cómo han aumentado las listas de espera en Sanidad, cómo pasó de superávit a tantísima precariedad. Se cargaron los fondos y encima desde el covid, no hay manera que te atiendan con una mínima de rapidez en ningún especialista. Se han cargado la calidad y difícilmente volvamos a tenerla. 

¿Dónde está la prosperidad de un país? ¿Cómo se gana la calidad de vida de las personas? Básicos fundamentales son una conciliación familiar, en no vivir esclavizados, en tener una renta que te permita vivir con dignidad, en disponer de servicios básicos, en ayudar a la juventud, en invertir en educación e investigación. No creo seamos un país miserable, creo que nos gobiernan incompetentes mafiosos que solo buscan sus propios intereses. Debemos saber dónde mirar. Y no es hacia atrás precisamente.   

¿Ilusión por votar? Ninguna. Siento que todos mienten y que son una panda de listos que solo buscan llenarse los bolsillos. No son el ejemplo de nada y ahí radica la educación global que este país tiene. En los partidos catalanes mejor no voy a entrar, les tenía mejor mirados, les creía mejores. No sé por qué siguen hablando de referéndums cuando ya sabemos todos lo que hay. ¿a quién quieren engañar? 

A mis 45 años recién cumplidos, me planteo por primera vez en mi vida si sería mejor no votar. Lo pienso un poco y supongo que no es mejor, que la ilusión es para los ilusos y al final, debes hacerlo aún sin ilusión, pero sí por responsabilidad. 

La ilusión no es para la política. 

En la política, hay que luchar.


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