El Delfín Verde


Como parece que el frío tarda en llegar, vamos a recordar nuestra estancia estas vacaciones de verano en el macrocamping “El Delfín Verde” de Torroella de Montgrí, Girona. Ya estuvimos el año anterior y quisimos repetir básicamente por una razón: la piscina del barco pirata con toboganes. Las niñas se quedaron hechizadas con él y pedían volver. Pues ala.

Foto de su Instagram


Los toboganes

El mundo del camping ha evolucionado hasta que ALGUNOS se han convertido en casi casi un mini parque acuático, y este es un ejemplo de ello. Miren su Instagram sino. Las piscinas de este camping son impresionantes. Enormes, muy bonitas y ambientadas, llenas de toboganes de todos los tamaños imaginables. Es recomendable si buscas precisamente esto, porque es su gran atractivo.  








Instalaciones:

Está a pie de playa, otro requisito que ha de cumplir para nosotros si vamos a la costa. Es importantísimo que caminando llegues a la playita rápido para que no sea una tortura los viajes hasta la arena.  Acampar cerca del mar es sencillamente el mayor placer del verano. (Aunque con tanto tobogán y que el mar es más bravo que en la costa dorada, este año nos hemos bañado poco).



El camping  está muy bien cuidado en líneas generales. Los  baños muy bien también. Es precioso. Cuenta con una zona central donde hay gran parque con circuitos y tirolina donde las niñas disfrutan. Ya están en una edad en que han perdido el interés por el clásico tobogán o columpio, y en esta zona lo pasan muy bien.

Tiene restaurante, un gimnasio, lavandería, pizzería, una pequeña tiendecita de ropa y otra tipo quiosco. Cuenta con un grandioso supermercado, adecuado al tamaño del camping, más parecido al de un centro comercial que al de un pueblecito, donde encuentras de todo evidentemente.

El delfín verde es un camping muy grande, con muchas estancias de muy variados bungalows y bastante zona de acampada. Como somos caravanistas, solo puedo hablar de la segunda opción.

Las parcelas más amplias y más cómodas para instalarse, son las que tocan a la playa. La pega es que tienen poca sombra. Aun así, las prefiero. Con un buen toldo y gracias a la brisita constante de la costa brava no pasas calor. Prefiero estas parcelas a las zonas de pinos, que sí son sombreadas pero están demasiado cerca del escenario y la plaza central donde se celebran todas las actividades. Demasiado jaleo para mi gusto.

Es un hecho que cada vez se eliminan más parcelas de acampada para instalar bungalows. Están más demandados y les proporciona más beneficios. Los caravanistas estamos en peligro de extinción en estos resorts toboganeros.

La estancia:

Para los campistas lo peor viene con la llegada: instalarse en el camping. Como no asignan parcela, encontrar una puede ser el momento más estresante y agobiante que vas a vivir en todas tus vacaciones, ya te aviso.   

Aquello es “quien la pille para él”. Así que normalmente estás tú y unos cuantos cómo tú, en pleno agosto a las 12 del mediodía con mucho calor, agobiado,  con las niñas en el coche ansiosas, metiéndote por calles que no conoces a mirar para escoger parcela. Con un poco de suerte, hay bastantes disponibles, pero como te pille un día en que hay el mismo número de parcelas que entradas….corre.

El año pasado fue una experiencia horrible.

Toni se quedó en la entrada con la caravana y las niñas esperando, mientras yo buscaba parcela. Había muchas entradas y el aparcamiento de caravanas es limitado, así que tenía que ir moviéndose constantemente para no entorpecer el tráfico. No nos conocíamos el camping y eso hace dudar en si estas en el sitio que quieres para pasar tus vacaciones. Ibas mirando las disponibles y cuando volvías ya estaba cogida. Vuelta atrás. Al final escogí mal, para variar. Lo bueno es que puedes cambiar si quieres, así que al día siguiente cambiemos.

Este año no me pilló por sorpresa y aunque iba preparada para lo que me iba a encontrar, decidí que TODO IBA A SALIR BIEN. No sé fue un golpe de suerte o si vibrar así de alto (altísimo, diría yo jajaja) tuvo algo que ver, pero todo salió perfecto.

Encontramos sitio donde aparcar la caravana e irnos los cuatro a buscar parcelas con total tranquilidad. Habían bastantes libres además. Le pedimos al chico de los carritos que nos llevara a mirarlas, así que nos montamos los cuatro en ese vehículo tan gracioso  y nos fuimos al lío. Las niñas se reían subidas en esos coches eléctricos pegando botes de aquí para allá……y encontremos una que nos gustó. Mientras yo me quedé allí con las niñas, Toni fue a por la caravana y nos pusimos a montar. Muy bien. Todo lo mal que salió el año anterior, parecía arreglarse en este.

Por cierto, tienes la opción de hacer el “checking” por internet, y con ello te ahorras las esperas en recepción. Esto hacerlo, sí o sí.

La estancia en sí es agradable, aun cuando en temporada altísima únicamente hay tres familias de españoles en todo el camping y aquello parece Holanda. Por lo visto, se apoderan del camping de mitad julio a mitad agosto. Fuera de esas fechas ya hay más catalanes y españoles.

El camping entero esta preparado para ellos en realidad. Todos los espectáculos son en inglés, y si al principio no le das mucha importancia (mira, aprendemos) luego sí hubieras agradecido lo hicieran también en español para que quienes no tenemos soltura con el idioma poder disfrutarlos más. Un detalle. 

Una noche mientras todos estaban dentro, me sorprendió una estrella fugaz junto con una pequeñita explosión en el cielo preciosa. Me quedé encandilada  Estaba sola. Cada noche busqué ver más, pero no hubo suerte. Aún lo bien que hemos estado, la visita de mi estrella fugaz ha sido lo que más me ha gustado.

Foto de internet pero muy parecida a la real


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