Evaluaciones Parvulario


En las entrevistas con las profesoras de Carla, sobre todo con la de P2 y P5,   destacaron siempre su timidez, su dificultad para relacionarse con el resto de la clase, su “dependencia” al mismo grupito de amigas, su poca naturalidad en situaciones grupales.

Cuando en las reuniones Y EN SUS EVALUACIONES se centraban tanto en destacar estos aspectos de su carácter en lugar de su gran aprendizaje, parecía que en infantil primaba más su evolución social que académica, por así decirlo, algo que en cierta medida podía comprender porque no tienen edad más que de jugar e ir madurando hasta el ciclo inicial.

Recuerdo cómo en ambos casos salimos angustiados y preocupados por como enfocaban aspectos de su personalidad que comprendo son totalmente naturales. Como madre suya, entiendo que querían decir, porque la conozco y evidentemente, su carácter es el que es,  pero se pasaron dándole tanta importancia a este aspecto.

Luego, el último día de cole llegó con todos sus trabajos y nos parecía injusto no se mencionaran en las notas. Nunca destacaron su nivel de aprendizaje, cómo escribía, dibujaba o leía de bien, siendo de las más avanzadas de clase. Incluso ese aspecto tan positivo hubo quien se atrevió a señalarlo como un exceso de perfeccionismo que le perturbaba constantemente y no la dejaba relajarse. 

Carla ahora que cursa primero, además de tener unas notas espectaculares y ser una niña de excelentes, se relaciona perfectamente con todo el mundo. Claro que tiene sus prioridades, como todo el mundo (cómo todos en la vida), y es leal de su grupito, pero juega con todos y se lleva bien con todos. 

Ahora llega Judit que es literalmente OPUESTA a su hermana. En absolutamente todo lo mencionado. Es muy muy social,  abierta, alegre, expresiva, extrovertida, natural…y ahora no lo mencionan. ¿No era tan importante esto en Carla? Si entonces era un defecto, ¿por qué ahora no es una virtud? Por qué ahora no le dais tanta importancia?  

Eso sí, para ella tampoco han faltado valoraciones negativas: Una de sus notas ha sido: “no consigue coger bien el lápiz” ó “si no estás al cas escriu el seu nom desordenat”  Judit ha acabado P3 con  3 años y 8 meses. ¿Debo preocuparme por eso? Por la misma regla de tres, con Carla faltó indicar: “Escriu perfectament el seu nom o agafa el llapis correctament”

El caso es alargarse en todo aquello “negativo” que podamos destacar y  no realzar lo positivo. Y esta ha sido la política:

Carla cargaba con un exceso de perfeccionismo que no le dejaba divertirse en cada actividad. Judit no sabe que significa la perfección y para ella todo es un juego. Ambas cosas han parecido estar valoradas de forma negativa.

Carla es introvertida, reservada, nada cariñosa, poco social. El contacto físico la incómoda según cómo. Judit es extrovertida, muy abierta, cariñosísima y muy social. Va repartiendo abrazos, a veces hasta se pasa. Ambas cosas valoradas de forma negativa.

Carla obedecía a las órdenes a la primera, de manera escrupulosa. Judit muchas veces parece que ni las entiende (o no las quiere entender) porque va a su rollo. Ambas cosas valoradas de forma negativa y planteando si Judit puede tener algún problema creándome angustia por ello.

Cuando he comprendido que en el carácter de Carla no hay ningún problema por más les gustara señalarlo, llega Judit a la que se supone es todo lo contrario y esto no debería pasar….y también es un problema.  

¿Sabes qué? Que ni es un problema ser tímida (o mejor la definiría como más arisca que la lija jaja) ni lo es ser tan extremadamente social y cariñosa. Solo que en ambos casos, gustas más o gustas menos al que tienes enfrente y según como tendras unas experiencias u otras. Que hay que respetar al niño rancio que no quiere besos ni tener contacto físico con nadie, como al que llega a la fila y se alegra tanto de ver a su compañera que la abraza efusivamente. Parece mentira pero las dos son hijas mías. Me niego forzar a Carla a dar abrazos falsos como a negarle a Judit los dé cuando los siente.  Aunque a veces preferiría poder equilibrar un poco la verdad.

Debemos educar para normalizar y respetar el carácter de cada uno. No podemos exigirles a los niños dejen de ser reservados cuando lo son porque es de ser “mal educado”, como que dejen de ser abiertos si es lo que les nace porque son demasiados “efusivos”. Ya está bien tanta crítica. En ambos casos hay cosas buenas y malas, y yo las estoy comprobando en primera persona.  Ni me gustaba que Carla llegara a la fila y no mostrara calidez ninguna como que Judit se pase de afecto no correspondido muchas veces. (Hay más Carlas que Judits)

Démosle  tiempo a que se conozcan y comprendan por ellas mismas sus actitudes, a que sepan con quien pueden ser tan cariñosa y con quien no vale la pena serlo. Claro que hay que educarles para que tengan una conducta apropiada, ayudarles, pero es que llevan en su ADN su propia condición…..y cada niño tiene su ritmo, su personalidad, sus tempos. No somos robots.

Al que se sale de la norma, ya es raro. Que hay niños más responsables y maduros que otros. Unos hablan antes, otros después. Que 8 meses de diferencia a estas edades es un mundo.

Y no quiero preocuparme pero han conseguido que lo haga.

Sé que Judit lleva otro ritmo de aprendizaje, soy consciente. Que mientras otros niños hablan clarito y montan frases cojonudas, la mía no. Pero avanza y se hace entender. A su ritmo, cada vez se expresa mejor. Poco a poco hace frases más largas y entenedoras utilizando más vocabulario. Cada día nos sorprende con más. 

En todos los casos, me parece anticipado que en niños de parvularios, edades comprendidas entre 3-5 años se utilicen términos en sus evaluciones como inseguretat, dependencia o inmaduressa….porfavor! 

Me indigna que en unas evaluaciones de P3 no hayan sido más amorosas siendo tan pequeños y siendo Judit como es.

Me ha dolido la verdad.  

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