Jugar más con mis hijas

Cada día es un nuevo comienzo, clarísimamente, cada día a cada momento. Lo digo con una fe inmensa porque todavía no he puesto en marcha la constancia de esos buenos propósitos. Papa pitufo esta malo, lleva días con una pasa de estómago y andamos como podemos. Así que oye, en cualquier instante una puede empezar de nuevo. Pero es cierto que existen fechas señaladas a la que nos gusta poner puntos y finales. A veces las elegimos nosotros  y otras veces las pone el calendario. Pero es algo que nos gusta hacer, como la ilusión de estrenar algo nuevo, motiva, así que no voy a rendirme ya.

Es el primer objetivo marcado, mi propósito no solamente para este año, para todos es JUGAR MÁS CON MIS HIJAS.

Dedico poquísimo tiempo a jugar con ellas, esa es la verdad. Como siempre, tenemos mil cosas a hacer y andamos siempre demasiado ocupados. Esperamos por lo tanto que jueguen y se entretengan solas. Y esta independencia es buena, creo que es necesario sepan hacerlo, pero también es recomendadísimo tener momentos para compartir juntas: para disfrutar más de ellas, conocerlas mejor, enseñarles y educarlas mientras nos divertirnos juntas. También es una forma más amena y didáctica de inculcarles valores importantes creando situaciones. Estos días de vacaciones ha sido una de las cosas que más hemos disfrutado y por ello lo marco cómo objetivo principal.

No se trata de montar cada día una verbena, basta con disponer de un rato solo para ellas, para nosotras, teniendo en cuenta que ahora mismo les separa un estilo de diversión muy diferente a una y a la otra.

Judit a sus tres añitos y poco, lo que le gusta es inventar. Vive en un mundo de fantasía maravilloso y envidiable. Más que jugar con ella, me sentaría a observarla la mayoría de veces. Sus muñecas, su cacharritos, sus disfraces, sus muñequitos pequeños y sus paraditas…es adentrarte en su mundo y dedicarle ese ratito con el personaje que quieras. A ella le gusta hacer en casa el “bon dia” que hacen el colegio.

A Carla el juego simbólico ya no le interesa. Ella pide otra actividad y la mejor manera de compartir esos ratos con ella es pintando juntas, leyendo, ayudándole con sus deberes (algo que ya hago y que me encanta hacer) o dejándole participar conmigo en hacer la cena y la comida para el día siguiente. Le gusta ayudarme, dice que quiere aprender para participar en Masterchef Junior. Me encanta verla con estas iniciativas, como enseguida que algo le gusta se pone a ello sin pensárselo, pero a mí me da mucho miedo dejarle un cuchillo o que menee algo del fuego. De momento la dejo colaborar en las cositas más sencillas y sobretodo con la thermomix, ahí sí que la estoy enseñando a hacer cositas.


Lo que pasa es que igual no la dejan participar en Masterchef con la  Thermomix ¿verdad? Tendremos que esperar que incorporen estos nuevos elementos, jeje.


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