7 añitos

Este 01 de Octubre, mi pequeña cumplió 7 años. Mi niña, el amor de mi vida se hace mayor. 

Con Judit siempre ha sido todo muy fácil, le agradeceré toda mi existencia me escogiera como madre porque la experiencia de tenerla y cuidarla ha sido el placer más grande que he vivido. Si nos quedamos atrapados en los momentos más felices de nuestra vida, los míos serían los días a su lado cuando era un bebe. Buscarme ahí, en aquellas mañanas soleadas de frio fuera, jugando juntas, cuidándola y simplemente pasando el tiempo con ella, con esa sonrisa y sus lindos balbuceos, en sus ojitos y en su mirada-estrellita….eternamente ahí me quedaría. 

Pero ya no es un bebe, y ahora da más faenilla porque es la niña más dulce de genio loco que conozco, jaja. Sí, porque ahora va enseñando la patita, ha sacado su carácter y hemos entrado en las típicas discusiones con la hermana mayor, en no dejarse mandar, en querer su espacio, en desobedecer y todos esos actos de rebeldía que a mí me van a volver (más) loca todavía. Sobre todo porque no escucha, porque no le interesan las rutinas, no le da la gana oír hablar de responsabilidad de ningún tipo. Nos cuesta la vida que adquiera cualquier habito: lavar dientes, vestirse, ir al cole… todo son peleas. Desespera discutir cada día por lo mismo, pero bueno, passsiiienssssiiaaaa. No queda otra, ya que ni con castigos ni con soberbias amenazas hemos conseguido nada. Judit va a encontrar veinticincomilcosas a hacer más interesantes antes que recoger su habitación o estar lista para salir al colegio.   

Pero aún así, aún haya sacado ese temperamento el cual también es normal debido al pronto que todos tenemos en esta casa, ella sigue siendo PURO AMOR. Su fondo, esa esencia que nos caracteriza se mantiene intacta. Judit es un espíritu libre, es imaginación, es libertad, es la niña buscadora de tesoros y creadora de aventuras intrépidas. Es la eterna soñadora que no encuentra el sentido a hacerse mayor, no le gusta el colegio, no le gustan las cuatro paredes, que solo desea volar o nadar, pero correr bien lejos y VIVIR de verdad, aprendiendo y sintiendo las cosas que realmente son importantes. No sé si me explico. Una visionaria en realidad, jaja. Para ella el sentido de la vida es completamente opuesto a esto de madrugar e ir al colegio, a tener tantas responsabilidades y no poder hacer lo que te gusta. “mama, por que el fin de semana solo dura dos días y al cole vamos cinco?” Con 7 años recién cumplidos, las cuentas no le salen. 

Para la prosperidad dejo aquí una de las frases que me ha repetido en más de una ocasión y me emociona muchísimo: “mama, yo quiero que seas pequeña para que seas mi amiga” también me dice cosas como “que suerte he tenido con que seas mi mami”.

Cada día que le pregunto que tal el cole, cómo ha ido, ella luego me devuelve el interés preguntándome lo siguiente: “¿Y tú, lo has pasado bien? ¿Has hecho algún amigo hoy mama”? Para ella ese es el significado de tener un buen día. Y es que Judit va haciendo “amigos” por donde quiera que va, de cualquier edad y condición. Siempre acaba jugando, hablando, relacionándose con quien sea. Es muy social.  

Por su cumpleaños hicimos una fiesta en el huerto de mis padres donde pudimos estar familia y amiguitas. Ya con Carla lo hice así, por eso de estar en la calle y respirar aire puro, tener intimidad al mismo tiempo que la suficiente distancia social para que nadie se ponga nervioso. Resultó ser una idea genial. De modo que repetí con Judit y volvió a ser igual de genial. 

Para la pequeña organicé una gincana con la que me reí de lo lindo. Nadie disfruta más que yo con estas cosas, de verdad. Los niños disfrutan muchísimo, pero yo también. Había que buscar un tesoro, que eran las chuches. A Carla creo que le preparé una cuando cumplió los 5. No podía faltar un mapa que dibujo Carla:




Y lo de menos es el premio, ya lo sabéis, que lo realmente divertido es encontrar las pistas, correr de aquí para allá locos de emoción y superar las pruebas. Estas fueron las pistas: con la primera de ellas debían encontrar un banco y allí se escondía la siguiente pista. Así sucesivamente. Entre ellas, hubo un puzle que montar y palabras misteriosas que descubrir









Disfrutaron mucho y fue una gran fiesta. La felicidad que siento cuando las veo disfrutar jugando así es desmedida. En fin, mi pequeña alma hippie ha cumplido años y aunque me desespera, es la niña de mis ojos y me tiene completamente enamorada. 

Feliz vuelta al sol mi vida, de verdad, no cambies nunca, y espero no ser yo quien te haga hacerlo. Porque es cierto que a veces es complicado conciliar cuando el mundo adulto interfiere, pero en realidad yo aprendo de ti, es un regalo inmenso sentir que contigo vuelvo a ser niña de nuevo. 


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