Friends

 

El pasado viernes despertaba con una sorpresa viendo en Instagram que por fin Friends vuelve con un reencuentro. Será solo un capitulo/programa/loquesea, pero ¡¡un reencuentro!! ¡¡Estas cosas me alegran el día y la vida!! ¿No os pasa también a vosotros?

No me extraña el revuelo y la alegría de tanta gente en redes. Confirmamos que es una serie conocida por todos (o casi) y que siempre ha sido divertida y alegre. Un lugar donde relajarse y sonreír. Un sitio donde evadirte y encontrar un entretenimiento ameno que te dejaba feliz. Había capítulos muy buenos, momentos muy locos y divertidos. 

¿Y lo guay que es saber que aún los años que han pasado, los protagonistas siguen teniendo una gran amistad y una bonita relación?  Normalmente en casi todas las series o grupos de éxito, se conoce que detrás de las pantallas suelen odiarse o tener malas relaciones. Una pena. Ellos no, más bien al contrario. Lucharon juntos por la igualdad en sus retribuciones y se apoyaron entre ellos en los momentos difíciles de sus vidas. Que afortunados por haber formado parte de algo tan grande y tan reconocido en todo el mundo, la verdad. 

Antes de que la eliminaran de Netflix, cada noche me dormía viendo un capítulo. Siempre. Da igual qué serie actual estuviera viendo en ese momento, casi siempre al acabar volvía a Friends para acabar el día de buen rollete y como soy muyfriki, me gustaba sentirme como uno más de la pandilla. (Ahora "Como conocí a vuestra madre" le substituye en esa labor).

Sí, lo admito y lo grito fuerte: para una próxima vida me pido tener una pandilla como Friends. Adoro esa palabra y claro, me imagino mis propias historias donde “formo parte” de esa perfecta conjunción a la que siempre aspiro y me deja prendada.   

Bonitos todos, que ganas de veros juntos de nuevo.