Los colegios

Se ha acabado el colegio. Este año ha pasado más rápido que nunca. El anterior, todavía estuve más entretenida, por aquello de tener a la pequeña en la guardería y a la grande en el cole. Pero ahora que las dos están en el colegio, no me he enterado de cómo han pasado los meses. Se han fundido los meses sin darme cuenta.  

Mi hermana pequeña es maestra y cuando se puso a estudiar magisterio me animó: “¿Por qué no hacemos juntas la carrera” Y yo, en esos momentos en los que empezaba una vida nueva para mí y ya trabajaba aquí, no quise volver a estudiar.

Cada vez que tengo que ir a secretaría del cole de mis hijas, que por alguna razón me adentro en los pasillos, siento mariposas en el estómago. Me emociona, Y NO SÉ POR QUÉ. Tengo unos sentimientos muy especiales que no consigo entender tampoco, porque nunca he querido ser profesora ni nada de eso, de verdad que no,  pero lo cierto es que estas emociones existen.  

Ayer, vi la publicación de una amiga mía. Compartía un “lipdub” (video musical echo por los niños) donde salía mi colegio, donde yo hice mi EGB. Más de lo mismo….un sentimiento más extraño….siento cómo deseos de formar parte.   

Lo he pensado. ¿Sera la crisis de los 40 y por eso quiero volver al colegio? jajaja ¿o tengo algún tema no resuelto en esta etapa? Bueno, quien no tiene algún asuntillo pendiente, no?. La edad escolar es por naturaleza así. 

Los colegios, como las bibliotecas o los teatros, seducen muchísimo. Por lo que han sido en la vida de todos y por lo que representan. 

Creo que simplemente es lo mismo de siempre, demasiados años haciendo lo mismo convierten tus horas de trabajo en cumplimientos de horarios sin ilusión. Crisis laborales que todos tenemos y sobre esto he escrito ya en más de una ocasión. Me repito muchísimo. 

Crecen las ganas de querer cambiar y hacer cosas que me gusten más. Hay días que me siento afortunada viendo cómo está el panorama, pero otros, me superan estas paredes.  

Debí aceptar la preposición de mi hermana. Sí. Hubiera tenido más opciones. Aquella rápida conversación de hace más de 10 años, a la que no le di opción ni importancia, quedó grabada en mi subconsciente. 

Hubiera estado bien.

Necesito vacaciones.