Gran Superación Alérgica



En febrero recogimos resultados de la última analítica de Carla y fueron asombrosos. Los niveles de alergia al huevo habían bajado muchísimo. Tanto, que la doctora nos programó provocación al huevo, con ingreso ambulatorio en el hospital para la semana siguiente. Salimos de la consulta medio flotando, las dos. Son de esas cosas que sueñas te ocurran y cuando pasan, tu alrededor queda insonorizado y solo sientes ese constante vértigo en tu interior.

Después de esa sensación de felicidad, llegó el miedo y las dudas….”si han bajado tanto, quizás podríamos esperar otro año así, y para el siguiente bajarían más y la provocación sería mejor”…o tambien…..”¿y si no lo supera?, el comer huevo hará que vuelvan a subir los niveles y ¿daremos un paso atrás?”…..y estas eran las preguntas que me hacía sin cesar. Repasé todas sus analíticas, me hice un excel con sus niveles de cada proteína: clara, yema, ovo-mucoide y ovo-albúmina, y comprendí que era el momento, teníamos que dejar de tener miedo y hacer lo que nos decía la doctora.

El pasado jueves, 9 de febrero, ingresemos por la mañana en el Hospital muy emocionados y nerviosos. Llevábamos nuestro huevo cocido en un tuper listo para tomar. Antes de comenzar a darle  de comer huevo, volvieron a repetirle el prick en el brazo con el alimento. La yema salió negativa y la clara bastante positiva. Le salió un habón de 6x6mm……pensé que había llegado el fin de nuestra visita y ya me veía recogiendo los trastos y volviendo para casa.

Pero no.

Comenzó tomando media yema mezclada con natillas. Una mezcla de sabores y texturas por los pequeños grumos que contenía que le hizo poner una cara de asquito….vaya decepción esto de tomar huevo! está muy malo!…..jajajaja.  La segunda parece que le gustó un poco más.

Pasaron los minutos, y nada. Pasó una hora y YEMA SUPERADA.  Vamos a por la clara, que ya sabemos que es lo más difícil.

Empezó con dos cachitos bastante pequeños de clara cocida. Deberían ser de 1x1 cm aproximadamente cada uno. Estos, se los sirvieron con unas torraditas de pan, con aceite y sal. La clara sí que le gustó mucho.  Ver a tu hija alérgica comer clara, sabiendo que sigue siendo alérgica….es sentarse a esperar lo inevitable….Toni cronometraba el tiempo con el móvil. Pasó media hora y Carla estaba bien, sin ningún síntoma. De modo que la enfermera trajó tres trocitos más. A los pocos minutos, comenzó a picarle el ojo y a hincharse toda la cara. Hasta aquí hemos llegado.  

En ese momento, nos miramos porque a ambos se nos llenaron los ojos de lágrimas. Disimulemos para darle ánimos a nuestra pequeña, para que ella no lo notara. Pero son de esas cosas que no puedes evitar, era emoción por lo logrado, nervios contenidos, y sobretodo, verla pasarlo mal….sentimientos que estallan.  

Sabiendo hasta donde toleraba, el triunfo de Carla era el siguiente: a partir de ahora, introducíamos a su dieta, dos yemas de huevo a la semana. Hablamos siempre de huevo cocido. Y como tolera un poco de clara, también a diario debemos darle alimentos que contengan huevo muy cocido (mínimo 180º por tiempo superior a 20 minutos de coción), es decir: galletas con huevos, madalenas…..etc etc. La frase de la doctora fue exactamente: “Empezará a comer trazas, así que ya no miramos etiquetas”

A tanto todavía no he acostumbrado…..lo de mirar etiquetas creo que es un hábito adquirido por demasiado tiempo del que no voy a conseguir quitarme. Ya no solo por el huevo, esto de leer etiquetas engancha: azúcar, sulfitos, grasas, glutamato, aceite de palma...demasiados artículos leo. 

Bueno, desde el mes pasado, Carla religiosamente cada mañana se come su pieza de bollería industrial con huevo y sus dos yemas a la semana. Lo primero le encanta, lo segundo no tanto, pero aun así, su enorme responsabilidad hace que sin rechistar, se coma toda la yema enterita. No es que sea mi hija, pero es una campeona.

Ella es plenamente consciente de lo que ha avanzado, sabe que de puertas para fuera, sigue siendo alérgica porque no está superada la alergia, pero de forma controlada, tolera cierta cantidad de huevo cocido y está completamente feliz con ello. Sin ir más lejos, hace unas semanas en el carnaval del barrio, tomó su primera “merienda popular” típica de estas fiestas infantiles: chocolate caliente con melindros. ¡Que gozada!

Ella contenta de merendar como todos, pero lo más importante es la calidad de vida que gana, la tranquilidad que no le va a dar un chungo....eso es increíble...los primeros días no le quitábamos un ojo de encima, era aquello que no te lo podías acabar de creer estuviera pasando de verdad. Ahora parece nos vamos acostumbrando y vamos normalizando más la nueva situación. 

El próximo año volveremos a ver qué avanzamos. Se supone que poco a poco, su cuerpo debe acostumbrarse a la clara y no reaccionar como si fuera veneno. Luego continuaremos con el huevo crudo hasta que lo tolere por completo.


Y lo conseguiremos, poco a poco lo superará! 

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