Lo de inglés de Carla

 


It's tuesday, the english’day. 

Hacía tiempo que quería apuntar a Carla a inglés. Una de las cosas que quiero para mis hijas es que aprendan y dominen el inglés a la perfección. Sí, que encuentren aquello que les apasione en la vida para que además de ganarse con ello, sean felices haciéndolo. Lo que sea, pero que sepan inglés. Que no sean como sus padres, que, ni yo ni Toni sabemos. Yo, una negada que por más que quiero, nunca me pongo en serio. O su padre, que tampoco lo domina como debería para el trabajo que tiene.

Voy con Carla porque de momento Judit necesita otro refuerzo, ella irá también cuando le toque.

A Carla le apasiona la gimnasia artística y como le gusta competir, entrena tres veces a la semana. Además, los jueves, son el día que vienen los iaios. Mis suegros viven a 80 kilometros de nosotros, y me niego a quitarles de eso por ninguna extraescolar. Así que debía ser los martes sí o sí, y, además, poder compaginarlo con Judit.   

De manera que cuando Carla empezó tercero, lo más práctico, resultaba apuntarla a las extraescolares del colegio, y así lo hicimos. Era un día a la semana a la salida de clase. Estaba super contenta porque llevaba tiempo queriéndolo. Pero como todo lo que me hace especial ilusión: se va al traste.

Crónica de lo sucedido:

1ª Semana:

     -      Mama, no me has puesto merienda – me dice Carla a la salid.

-      Bueno, es que no vas a merendar. Ya merendarás cuando salgas.

-      Pues todos los niños llevan merienda, y cuando llegamos merendamos.

Primera indignación de la mama-follonera (yo) que vive en mí. ¡Si pone en las normas que meriendan a la salida! No entendía cómo se ponían a comer. Pero me callé por no ser  siempre la misma que anda quejándose por todo, la norma estaba claramente indicada: 

2º Semana:

     -      Mama, hoy no hemos hecho clase porque los niños no se callaban, y ellos han estado jugando al Fornite con el ordenador y nosotras dibujando en la pizarra. Encima sexista. 

La mama-follonera (yo) echaba humo. Primero meriendan y luego juegan. Mi indignación dejaba paso a ardor de estómago.  ¿Qué tomadura de pelo es esta?.  

Escribí un email de queja, explicando ambas cosas. Subrayando donde ellos indicaban que se merienda a la salida y explicando también lo que ocurrió con lo juegos. Me llamaron enseguida. Me aseguraron que hablarían con el profesor y pondrían solución de inmediato. Debo decir que la cuota no era barata aún tratándose de “una extraescolar”. La mensualidad era de 36 euros, y la matrícula me costó 40 euros más. Por una clase a la semana. Tampoco lo regalan. 

3ª Semana:  

-      Mama, hoy hemos hecho una ficha, pero yo no la entendía muy bien.

-      ¿Y no os la ha explicado? – pregunto

-      No - me dice Carla.  

¿Cómo te quedas? Pues así. Pero mira, por lo menos habían sacado ya una ficha. Hasta este día no habíamos llegado a esto. Le dije a mi hija que si algo no entendía, preguntara sin miedo ni vergüenza que para eso estaba allí….es obvio pero parecía que tanto profesor como alumna se habían olvidado.

 4ª Semana:

     -     Mama, como es Hallowen, hoy han puesto una película – me explica Carla.

-      Ah….en inglés? - pregunto

-      No, en catalán.

No puede ser. Esto será una broma. Estallé. Se acabó. La borré no sin antes explicar mi indignación y pidiéndoles me devolvieran la matricula. No me devolvieron nada. No tienen vergüenza. Lo hablé con otras madres y estaban todas igual. No faltó quien me explicara su experiencia de años anteriores en las que básicamente los niños iban a pasar el rato y también acabaron borrándoles. Me dio mucha rabia porque a nadie le gusta perder el tiempo y el dinero de esa manera. No comprendo que pase año tras año y continúe pasando como si nada.

Con esta primera mala experiencia, el no encontrar otro sitio de fácil logistica donde pudiéramos compaginar con su gimnasia y por último, la llegada de la pandemia con la pereza de clases online, lo hemos ido dejando y nos hemos plantado hasta aquí sin hacer inglés.   

Pero hace un mes que lo hemos encontrado. Como todo, cuando no lo buscas. Y como pasa también, que, buscando una cosa, encuentras otra.  Además, sorprendiéndome para muy bien. Cuesta creerlo, ¿verdad? 

Veréis, este año hemos apuntado a Judit a clases de refuerzo porque creemos que lo necesita. Le esta yendo muy bien. Entre que es de finales de año, el parón por la pandemia y que es una niña que no le gusta nada estudiar (no se esconde), hemos visto oportuno hacerlo. En casa también reforzamos la lectoescritura, pero a nosotros nos torea y las peleas porque deje de jugar y nos pongamos a leer son colosales. Allí, se ha encontrado cómoda y presta atención. Es una academia preparada y estamos esperanzados a que le funcione muy bien. 

Un día, saliendo de la academia, ví que calles más abajo había otra de inglés. Debo reconocer que no me llamó la atención especialmente. Quizás comparándola desde la puerta con Kids&us u otras más nombradas, ésta era así como más sencillita, no llamaba tanto la atención, pero después de pasar varios días por delante me decidí a llamar. 

Cual fue mi sorpresa que me cuadraba el día: el martes. Me cuadraba la hora: entrada cinco minutos más tarde que lo hiciera Judit en su academia, y salida cinco minutos después. No tengo ni que aparcar para dejar y recoger niña. Me cuadraba el grupo: super reducido. Me cuadraba el nivel: principiante. Cuando colgué, Carla ya estaba inscrita.  

Se lo expliqué a Toni controlando la histeria de la alegría. Ahora cruzaba dedos para que fuera medio bien.  

Carla también empezó con ganas. Llegó el primer día y a la salida me explicó lo bien que había estado. Además, estuvo sola y salió con mucha materia dada. Se pasó todo el camino de vuelta explicando aquello que le habían enseñado. 

La segunda semana, resultó que coincidió con el festivo. Cual fue mi sorpresa que desde el centro me invitaron a venir otro día para no perder la clase. Increíble. Esto sí que no me había pasado jamás. Lo normal es que cuando cae en festivo, ese día se pierda. Lo he vivido en piscina, en repaso y en gimnasia. ¡Pues aquí se recupera! Muy enamorada. 

Y seguimos bien. Muy contenta. Pero lo digo bajito porque suelo estropearlo  en cuanto menciono la ilusión que me hace algo. 

Ha sido una tontería lo del inglés, pero el fondo de esta experiencia es bastante más transcendental. 

Todo este detalle para finalmente resumirlo de nuevo así: NO hay que obsesionarse buscando y tampoco conformarse con lo que no te gusta, es mejor saber esperar a encontrar lo que realmente encaja contigo. A veces, la gran parte de veces, (y hablo por mí) me falta la paciencia o creo que no voy a encontrarlo. Pero ocurre. Es cuestión de tiempo que llegue.  

Al final, nos encuentra. 


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