Existen sitios...
Por los que pasas mil veces sin darles demasiada
importancia. Lugares comunes que no tienen ningún encanto porque no son nada
especiales: ni destacados, ni bonitos ni graciosos. Difícilmente alguien puede encontrar en ellos algo que les encante. Pero a veces, la vida te para justo en ese sitio, y te sucede algo
que cambiará tu rumbo para siempre.
Cuántas historias se esconderán detrás de aceras
normales, de portales corrientes, de cada rincón de cualquier parque, esos bancos
gastados de nuestros pueblos y ciudades…. millones y millones.
En este lugar fue donde sentí lo que tenía que
hacer. En ese trozo de hierba y tierra, alejada de todos los edificios, me senté al sol cuando mis pasos no me
dejaron avanzar más y decidí que había llegado la el momento de cambiar cosas. Ese
fue el espacio elegido para cambiar la vida que tenía hasta ese momento.
Hoy hace 10 años y todavía no se me ha olvidado la fecha ni el lugar.
Después de tanto tiempo, no recuerdo las bolsas
de ropa, no recuerdo la tristeza, no recuerdo ni siquiera su cara…..recuerdo el lugar, recuerdo aquel sitio en aquel justo momento.
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