Cruïlla de cultures



Este festival que se celebra en Barcelona estos días, creo que es uno que inicialmente, o hará unos años ya, se celebraba en Mataró y lo han convertido en algo más sofisticado.  Por lo menos se llamaba igual. En el vi por primera vez a Macaco, y a Muchachito de quienes me enamoré. También a los Delincuentes, a Chambao y a Amparanoia. No digo que ahora sea peor porque no he ido, probablemente sea mejor (distinto diría yo), pero lo cierto es que leo el cartel y apenas reconozco un par de artistas. Estoy fuera de onda total.

Será que es tiempo de festivales, de conciertos al aire libre, de calor (demasiada calor) y de vida en la calle que mi sangre hierve cuando veo anuncios de ellos. De momento, este fin de semana pasado fue el Canet Rock y otro que vi pasar……de lejos, muuuuuy lejos, desde mi casa de lejos exactamente, porque mi vida de madre desorganizada y de cansancio extremo, no me da para escapar a festivales.

Me gustan los conciertos, me encantan. Para mí, no existe mejor plan de diversión que ese. Y viajar. Dos placeres que tengo olvidados por la maternidad y que retomaré en cuanto pueda. (Lo prometo) Viajar y/o hacer turismo con mis niñas es imposible, se cansan. Carla o juega o se aburre y entonces con ella es imposible intentar hacer nada porque será un fracaso y acabaremos matándonos por el camino. Y los conciertos…pues ahí quería llegar.

Cansancio, pereza y mala organización, son las causas. Después de toda la semana dejando a las niñas con los yayos, cuando llega el fin de semana, nos da muchísimo pena, muchísimo remordimiento (y vergüenza) volver a pedirles que aguanten a nuestras enanas. Es mucho morro y no me sale. Es como que para venir a trabajar se ve normal hacerlo pero para irte por ahí es abandonar a tus hijas. Es así.

Entonces yo lo que quería decir es que estos días estoy muy nostálgica. Mucho. Y recuerdo esas noches de conciertillos alocados, de no tener hora de vuelta, de reír y bailar hasta caer muerta, de planear y hacer o hacer sin planear y pasarlo en grande……esos días de juventud y locura, de libertad física y mental…ais, que maravillosos años fueron aquellos.

Me diréis, hay que ir aprendiendo a pasar etapas, aprender a madurar y esas cosas……ny no digo que no, pero admito que lo llevo regular. Siempre me ha pasado pero es que además, soy tonta. Soy la persona más tonta del mundo y probablemente todo el que me lea se irá dando cuenta de ello poco a poco…y como soy tonta, digamos que hasta los 25 no descubrí lo que me gustaba, lo que me hacía feliz, lo que me hacía sentir viva. Me eché novio demasiado joven, me “acomodé” a sus costumbres pensando que también eran las mías porque creía que le quería (fíjate que cosas) y dejé pasar muchos años de esa divina juventud. Años desaprovechados en realidad. Cuando desperté, viví todo lo que me había perdido y al día de hoy, lo recuerdo como los mejores años de mi vida pero en realidad me supieron a poco.

Y aunque lo mejor que tengo en la vida es mi familia, mis hijas son absolutamente y únicamente ELLAS lo más preciado que tenemos su padre y yo. Y las amo hasta doler, y aunque NO CAMBIO POR NADA DEL MUNDO la vida de madre, tenerlas en mi vida es y será mi mayor logro, mi gran regalo y por lo que luchare siempre, y disfrute de dormirme sin falta a las 00:00 con el bollito de carnes blanditas de mi pequeña pegada a mis costillas mientras oigo roncar a la rubia mayor……a veces, y solo a veces, no puedo esconder que tengo morriña de esas noches!!!


Que rápido pasa todo, ¿verdad? 

Cuando conocí a Huecco


Comentarios

Entradas populares