¿Y tú cuánto sudas?

 

Demasiada calor 



A la gran parte de personas del mundo les parece más apetitoso el verano que el invierno. Hay que admitir que sus cualidades son armas muy potentes: días largos con más horas de sol y disponer de buena temperatura que te libera de abrigos y capas. Un tándem perfecto de lo más atractivo y tentador. Esta científicamente comprobado las virtudes del sol y el buen tiempo. Lo necesario y recomendable es para una buena salud mental. Mejora tu estado de ánimo, la esencial vitamina D es buena para tus huesos y las actividades al aire libre invitan a más vida social. La playa, los paseos por el mar, la piscina, tumbarte al sol, las cenas de verano a la fresquita….todo suena mejor. 

Por eso apuesto que el verano, se convierte en la estación favorita por casi la gran mayoría de personas que conozco. Yo misma sé que no podría vivir en un lugar de días grises donde no sale el sol y ven poco el cielo azul. 

Para gustos, colores. Pero hay una condición, SOLO UNA, que determina claramente el lado en el que te posicionas. Lo voy a resumir tan solo en una característica: EL SUDOR. Y esto no tiene discusión posible. Con total seguridad, las personas que adoran el verano son humanos que NO SUDAN, o lo hacen con relativa normalidad. 

La pregunta es, ¿cuánto sudas en reposo? ¿Eres de los que no echas ni una gota y puedes ir con sandalias de plástico por la calle o descalzo si te apetece? ¿Puedes ponerte cualquier camiseta fresquita sin que se te pegue al cuerpo? Entonces eres un afortunado porque el verano eterno que vivimos, no va a afectarte de la misma manera que a  quienes como yo, vivimos luchando contra el exceso de transpiración. Amargaos de esta humedad y este calor que no te deja ni descansar. 

Y para colmo, por si no tuviera suficiente

Mi metabolismo es de sudoración fácil y excesiva. Nací con hiperhidrosis (operada, pero solo cambia de sitio). Con los años y los cambios hormonales propios de una perimenopausia, esto empeora muchísimo. Ahí estan los sofocos haciendo de las suyas. Debo decir que con el tratamiento hormonal, han mejorado bastante pero cuando menos te lo esperas, zas! aparece. 

Yo no puedo caminar con sandalias porque me resbalo, siempre voy con calcetines y bambas. Ahora mismo tengo los pies cocidos. Siempre tienes que vigilar que ropa ponerte, en mi armario de verano no existen las camisetas de colores para los días de más calor, porque marcan demasiado los lamparones. Me ciño al negro o al gris fuerte. 

Cuando me operé, eliminaron mi sudoración palmar de las manos y mi vida cambió radicalmente para bien. Peeeero el sudor compensatorio hace que en momentos de mucho calor salga por la espalda y la barriga, así que cuando hace este bochorno, mojo las camisetas y debo vigilar la ropa que me pongo para disimular los manchurrones.  

Sudor compensatorio post operación hiperhidrosis

Esto que me pasa a mí, le pasa a muchísima más gente que tienen el mismo problema. Pero se habla poco o nada, ya que a todos nos da asquete el sudor de los demás, y el propio, jaja.  No es algo que una vaya explicando por ahí, y que cuando te pasa, haces lo imposible por disimular. Es agobiante, no lo puedes controlar, provoca rechazo, incomodidad, te limita en todo (ropa, actividad, situaciones). Según a que sitios, ya ni vas. 

Bueno pues, aunque yo también soy una enamorada del buen tiempo y así lo prefería de siempre, jamás pensé diría esto: ESTOY HASTA LAS MISMISIMAS NARICES DEL PXXO VERANO. 

De verdad, que no puedo más.  ¡¡¡Que quiero dejar de sudar ya!!!!

 


Comentarios

Entradas populares