Perdida en el Tiempo

 


Estas vacaciones leí la novela de Lorena Franco, Perdida en el Tiempo. No conocía a la autora ni sabía entonces que formaba parte de una trilogía. Acabé con la famosa y comentadísima Reina Roja de Juan Gómez Jurado (que me gustó mucho) y buscaba algo más amoroso y más holgado. A las puertas de mi Kindle, llamó este título y lo dejé entrar.

Y es que desde que me convertí en fan de Outlander, los viajes en el tiempo me parecen la ciencia ficción más alucinante. Y bonita fantasía, dicho sea de paso.

La protagonista Nora atraviesa un momento difícil en su vida que se junta: la reciente perdida de Beatrice, su abuela materna (que fue para ella como su madre) y una dura ruptura sentimental. Cuenta con el apoyo de su mejor amigo, Bill, que la adora y la acompaña incondicionalmente durante todo su proceso y toda la novela. Nora, decide retomar el negocio familiar y abre de nuevo la cafetería de su querida abuela Beatrice. Todo y que su pasión y su sueño es ser escritora, se entrega por completo a su pequeñita y acogedora cafetería, a sus pasteles y a sus clientes.

Conoce así a un chico misterioso quien, sin ella saberlo, le conducirá a la mayor aventura donde dará respuesta al enigma de una foto antigua encontrada y vivirá así, la historia de amor de su vida.

Amor en todas sus múltiples facetas. Amor y pasión por tu trabajo, como no debe ser de otro modo para que tu vida no sea una condena. El amor de pareja con su parte romántica. La química y confianza inexplicable que se da entre personas. El amor no correspondido y no convenido también lo veremos. Pero sobre todo el amor infinito por la familia y el amor profundo por los amigos. La lealtad y los instintos naturales también hacen gala en toda la novela.

Es una historia bonita, dulce, donde también existen las sorpresas. He disfrutado muchísimo de ella. Además, al ser contada en primera persona por sus protagonistas, te dejan conocer de primera mano a los personajes en cada momento.    

La lectura es amena, los distintos lugares a donde nos lleva son encantadores y muy bien detallados. Me he sentido en esa cafetería en muchos momentos, sentada en la barra esperando un café o en la mesa de Aurelio tomando un buen trozo de tarta.   

Todo lo que guarde relación con librerías y/o cafeterías cuquis, me gana por completo. Sinceramente, abandonaría todo por un negocio así. Y ambientada en ese Brooklyn de los años 60, más. Mucho más. 

La recomiendo para cuando buscas eso, una lectura fácil y una historia bonita. Buscaré más de esta autora porque me ha gustado mucho su estilo.

Puede ser una loca aventura adentrarte en el pasado para hacer que ocurra la historia tal y como la conoces. Pero por darle una vuelta de rosca aún más interesante. ¿La cambiarias? ¿Renunciarías a nacer por cambiar la vida de alguien?   



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