Felicidades Abuelo

Mi abuelo nació en el 1914 y hoy cumpliría 104 años. Tenía 97 años cuando se reunió con mi abuela.

Me contó mi madre que muy antiguamente hacían constar tu fecha de nacimiento el día en el que inscribías a tu bebe en el registro. No se si por 1914 ya se celebraba San Valentín como el patrón del amor, pero no pudieron elegir mejor día para ello. Sobre papeles, nacías legalmente entonces, y hace unos años descubrí que realmente mi abuelo nació el día 03 de febrero pero en casa, siempre se ha celebrado su cumpleaños el 14 de febrero, que fue cuando le registraron en el pueblo. Y así seguirá siendo siempre.  Hoy es su cumpleaños. 

Éste es el séptimo “día de los enamorados sin él” y me parece una fecha preciosa. Sigo completamente enamorada de ellos y no puedo evitar las lágrimas de emoción cuando les recuerdo, a los dos: tanto de mi abuela como de mi abuelo. Les quería y les quiero muchísimo. Siempre vivirán conmigo.

Mi abuelo era un hombre muy bueno. Con un carácter muy agradable. Siempre estaba cantando y chiflando. Le oías llegar con sus pasitos y su cantinela. Era un hombre entregado a su familia, con un corazón enorme. Tenía unos ojos azules claros preciosos y una mirada bellísima. Su gorra y su bastón siempre le acompañaban, formaban parte de él. Su sello.

Ahora recuerdo los paseos que daban sin salir prácticamente de la acera que rodeaba toda la manzana del edificio. Llegabas a casa y les veías desde lejos. Muchas veces me acercaba a darles un beso y otras, si iba con prisa, me subía a casa donde les vería luego. Lo que daría por encontrármelos por sorpresa paseando juntos como entonces.

Un desafortunado día de hace muchísimos años, mi abuela se cayó en la calle, en el portal del antiguo piso, y se rompió la rodilla, para más tarde romperse la cadera. Desde la primera caída que sufrió, nunca más volvió a caminar bien y mi abuelo fue desde entonces su bastón y su apoyo. Siempre caminaban despacito y cogiditos del brazo. Un amor de iaios. Muchos vecinos eran los que siempre lo comentaban, lo bonito que era verles pasear.

Y es verdad que fueron un bonito matrimonio, que sufrieron muchísimo ambos pero que vivieron unidos, mi abuelo aguantaba heroicamente y con mucho humor las manías de mi abuela, una mujer que la vida le había dotado de un impetuoso carácter.

Mis abuelos vinieron a Catalunya al poco de venir mi madre para estar con ella y se quedaron a hacer una vida aquí para ayudarla con sus cuatro hijos. A mi abuela no le gustaba vivir tan lejos de su casa, pero aun así, se quedó para ayudar a su hija. Mi abuelo fue albañil durante muchos años y trabajó en las obras del colegio público del pueblo. Es una construcción tan grande, tan especial e importante como lo era él.

No me gusta poner fotos en internet pero siempre está el día que hago excepciones movida por la emoción de compartir y el orgullo de mostrar. No creo tampoco que nadie nunca nos vaya a reconocer, y si lo hace, tampoco pasaría nada en realidad, aunque vivo más tranquila sabiendo que esto queda solo para mí y soy una microscópica mota de polvo en este universo inmenso. Pero hoy les pongo a ellos,  comparto quienes son, porque como decía la preciosa película de "Coco", siempre vivirán mientras sean recordados y de este modo, con este retrato vivirán eternamente. 

Maravillosos, adorables, buenos, unos excelentes padres y abuelos, unas personas extraordinarias, humildes y luchadoras, muy valientes y tiernos. Así eran y así vivieron mis más cercanos amados "ancestros".

Felicidades abuelo, te queremos infinito y te echamos muchísimo de menos.